Este
disco se palpa y observa en cubierta de vinilo. Está claro. Esa portada… una
gozada recrearse en sus detalles, trucos, guiños y ambientes encerrados en ese
tugurio de madera atiborrado de negros sudorosos bailando y cantando por
invitación de Marvin Gaye. Eddie Barnes, autor de la ilustración, creó otra
parecida para el grupo funk Faith Hope & Charity un par de años después que
es otra maravilla.
Ooh
yeah. Hoy en día el fraseo de Marvin y la música apetitosa que lo envolvía siguen
seduciendo corazones frágiles y describiendo atmósferas. Yo veo unas veces los
amaneceres brumosos de una metrópoli y otras las entrañas excitantes del vicio.
El tío levantaba una ceja y ya tenía a la negra encima de su cintura desbocada.
Se escuchan jadeos, susurros, roces y gemidos preorgásmicos en los surcos de I
want you (1976). No es el mejor álbum de Marvin Gaye, las cumbres ya las había
escalado unos años antes, pero se hace querer. Y qué portada.