domingo, agosto 11, 2013

30 AÑOS NO SON NADA



Esta fue nuestra manera de celebrarlo.

Con un atardecer que nos enmudece a orillas del Cantábrico (la imagen no hace justicia al momento real). Un paseo perfecto por las calles ondulantes de Comillas. El mar cálido y la arena infinita. La lluvia incesante sobre el rumor del puerto. Las vistas a los pies del palacio. Un sendero hacia la cascada donde el agua nos roba las palabras. La naturaleza a nuestro alcance y la pureza de los animales salvajes. Las casas escondidas que la costa asturiana le robó a las islas griegas. La carretera abierta. Un poco de música para sentirse vivos. La noche sobre el silencio del embalse. Los saltos en la piscina. Los amigos que tienes, los amores que encuentras. La alegría en tu cara por una fiesta sorpresa aunque vomites a las once y cuarto. Estás en la mejor edad. Un placer ser testigo de ello.

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