Me sabe a gloria ahora. Porque
me recreo en el convencimiento de que hay música y emociones que despierta que
nunca se pierden. Y porque me lo ha recomendado Dufresne, quien me los dio a
conocer hace un par de años y a él también le ha gustado mucho su último
trabajo. Salió hace unos meses… es lo que pasa cuando no estás al corriente como
debieras del buen rock and roll que se hace en España. En Galicia, tan tan
cerca. El disco de este año de Niño y Pistola es magnífico.
Los diez cortes de There’s a
man with a gun over there (Ernie, 2013) (ese glorioso verso de For what’s is
worth) componen un álbum de concepto. No los separa ninguna pausa, tan solo el
salto que da la historia que cuenta entre el quinto y el sexto corte. La
inspiración es un suceso real ocurrido en USA a mitad del siglo pasado, pero
hoy en día podría ocurrir en cualquier parte del planeta… ya sabemos por qué… Un
trabajador compra un arma y mata a su maltratador jefe. Da con sus huesos en la
cárcel y diez años más tarde regresa a un hogar sin alma y sale en busca de su pasado.
Y la música, madre mía, el
riego sanguíneo que da vida al grupo vigués es nuestra madre naturaleza. Escuchadlo,
es asignatura obligatoria. Podría escribir sin parar (con el soberbio Zuma de
fondo), pero dejo que hablen ellos mejor que yo:
"Ninguna de las canciones que hemos hecho habría existido nunca sin
Stephen Stills, o sin Neil Young, Robbie Robertson, George Harrison,
Sandy Denny, Grace Slick, Ray Manzarek, Bob Dylan, Joni Mitchell y un
largo etcétera; y todos ellos están presentes en cada minuto de nuestra
música. Este LP es nuestro humilde tributo a todos ellos y sobre todo al
legado que nos han dejado.
(...) A todos ellos y a todos vosotros está dedicado este disco"
Nota: 9/10
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