Para
abrir el apetito y en los albores de una nueva era…
jueves, agosto 30, 2012
miércoles, agosto 29, 2012
VOLUME ONE 269: ELECTION SPECIAL (RY COODER)
No me
atraen los discos de contenido político. Ya paso de puntillas por las letras de
cualquier álbum, así que evito detenerme en los textos de este tipo por los que
se inclinan a veces algunos artistas (ya tengo bastante con el día a día). La temática
me importa poco al abordar Election Special (Nonesuch, 2012), por mucho que se
empeñe Ry Cooder en recurrir a la música y combatir con sarcasmo y afilada
literatura algunos episodios políticos y sociales de su país, empezando por el
magnífico tema de apertura, Mutt Romney Blues. Ante todo me siento interesado por
cualquier novedad firmada por Cooder, bien sean sus coloristas rutas por el
folclore internacional o sus ya lejanas bandas sonoras. Su último trabajo poco
tiene de conexión con los recorridos latinos que ha afrontado desde la década
pasada y más con los muy aceptables My name is Buddy y I, flathead. El genio de
la slide y su hijo Joachim se bastan para construir un disco irónico y oportuno,
de sonidos profundos y metálicos y sabiduría pura. El segundo corte, Brother is
gone… qué maravilla.
Nota:
8/10
domingo, agosto 26, 2012
LIVE IN 133: DE REGRESO
Hace
tiempo lamenté las reapariciones de Eagles y The Who después de muchos años de
inactividad, décadas. Cargué contra sus discos, obras sin carne y sin alma de
los que ni recuerdo el título. Recuerdo aquel frustrante sentimiento porque
ahora, en vísperas del otoño, almaceno telegramas sobre las apariciones de
nuevos álbumes de solistas o bandas que también llevan tiempo (no tanto) sin
publicar material nuevo. Sus regresos (algunos ocurrieron hace semanas) despiertan
diferente expectación: altas esperanzas en algunos casos, fe en mi admiración
hacia el músico en otros aunque no crea que su retorno vaya a regalarnos sus
mejores trabajos, e indiferencia o desinterés en otros casos.
Empecemos
por estos últimos. Ya he escuchado las olvidables novedades de Lynyrd Skynyrd o
Smashing Pumpkins (nada nuevo, nada fresco); respecto a Aerosmith no tengo
ninguna confianza en que se desmarquen de la mediocridad de su obra en los
últimos veinte años.
Con algo
más de interés esperaba los regresos de Bobby Womack y Fiona Apple, a quienes se
les ha dado por cierta experimentación, retorcida y atrevida el primero,
desnuda y a solo a ratos estimulante la segunda.
Deposito
mi confianza en la seguridad que otorga el peso de su obra en Van Morrison y
Bob Dylan, cuyos trabajos se titulan Born to sin, no plan B y Tempest. La tercera
edad suele ofrecer más garantías.
Tengo
algunas dudas sobre Soundgarden y Wallflowers. De los primeros me gustaría que
llegados a estos tiempos madurasen tan bien como otros compañeros de ciudad y
generación; de los segundos, que al menos alcancen la altura de sus mejores (y
lejanos) trabajos.
Y con
más nerviosismo (si se puede decir) aguardo los retornos de Calexico, Mumford
& Sons, Old Crow Medicine Show y especialmente Afghan Whigs, cuyos
adelantos prometen reencontrarnos con postales de gran música.
También
se dan casos de artistas más prolíficos que cada poco tiempo están con
novedades en el mercado. John Hiatt traerá otro disco bajo el brazo en breve y
casi nunca defrauda. Parece ser que Neil Young tiene unas cuantas piezas psicodélicas
guardadas para entregar muy pronto y que ojalá lleven al olvido el reciente y
mediocre disco Americana. Y Ry Cooder, en su mundo, siempre a contracorriente, continúa
prolífico. Nos espera mucha música en los próximos meses.
miércoles, agosto 22, 2012
GREATEST HITS 134: MOVING (SUPERGRASS)
Moving hace
balancear con los ojos cerrados. Moving hace saltar con los brazos en alto. Esta
canción invita a pasar página, a quitarle las legañas a las huellas. Porque siempre,
supongo, estamos en movimiento, por leve que sea el tramo del camino que vamos dejando
atrás.
viernes, agosto 17, 2012
LIVE IN 132: MUERTE Y VIDA
Hoy he
visto alguna fotografía suya en los periódicos, una imagen fugaz para recordar
que se fue del mundo hace 35 años. Me pregunto si alguien lo añora. Yo no. Me
esfuerzo por imaginar qué música nos ofrecería ahora si continuase entre
nosotros y todavía delante de un micrófono. Para empezar, ¿quién era yo
entonces sino un crío de cuatro años? Pero en cambio echo de menos a quien
tampoco conocí y se marchó antes, a quien lo hizo después, gente que con su
música y su historia me enseñaron y emocionaron mucho más que él, a quien
llamaban rey.
Le cayó
una vida del cielo, se la armaron más bien, y él se dejó llevar. Estaba en el
momento justo y en el lugar adecuado. Dinero, fama, mujeres, lujo, vicios,
peligro, problemas. Todo cuanto lo rodeo, todos quienes le rondaron llegan a
asquearme. Después, con el paso de los años, con lo que aprendí y escuché de él,
no consiguió caerme simpático nunca. No, no lo echo de menos. Pero sí añoro a
Nina Simone, Jeff y Tim Buckley, Rory Gallagher, Janis o Jim Morrison. Si aún
siguieran vivos y cantando creo que aún me seguirían diciendo algo, todavía me pincharía
un escalofrío, pero él… nada.
jueves, agosto 16, 2012
BONUS TRACK 105: MOTHERLAND (NATALIE MERCHANT)
La inmensidad
de ese océano de música que tenemos a nuestro alcance nos deja encontrar reliquias
escondidas o tesoros visibles en los momentos menos previstos. La cadena de
enlaces que a diario recorro de un lado a otro de la música me detuvo hoy en
Motherland (2001), un disco del que no tenía conocimiento y del que me atrajo
su añeja portada campestre. Me gustan las pocas cosas que he escuchado de
Natalie Merchant a solas, y los 10,000 Maniacs con los que compartió escenarios
me acompañaron hace tiempo. Este disco, Motherland, se me aparece como de la
nada, podría decir. Ella produce apoyada por T Bone Burnett antes de acuñar con
más distinción (y quizá discusión) ese sonido amortiguado con que ha cubierto los
últimos trabajos de importantes artistas (King, Mellencamp, Allman…). Aquí es
responsable de que suenen tan diáfanas y robustas canciones estupendas como
Golden boy, Tell yourself o Saint Judas, cumbres de gran disco.
lunes, agosto 13, 2012
VOLUME TWO 57: DONOVAN
Donovan no
tiene leyenda, tampoco aureola ni una audiencia que lo reverencie. No le han
dedicado pesada bibliografía ni estudios sobre el significado de sus canciones.
No se ha inventado un personaje que lo trasciende ni se ha embarcado en giras
de conciertos que nunca terminan. No sé si merece todo eso, pero sí sé que merece
detenerse a escucharlo con atención, respeto y también admiración. Ahora estoy explorándolo
un poco más que cuando empecé a conocerlo, despacio y ordenadamente para
encontrarle coherencia al porqué de sus etapas, a una trayectoria rica y desde
luego personal. Lo disfruto más cuantos más misterios me ofrecen sus discos.
martes, agosto 07, 2012
GREATEST HITS 133: HALO (TEXAS)
De Texas
me diréis que podría haber escogido cualquier buena canción del primero de sus
discos, del segundo también, incluso del tercero, con aquellas guitarras tan afiladas
a lo Ry Cooder de Paris Texas y un rock cristalino y elegante. Pero me debilito
por una canción del cuarto álbum, cuando la banda escocesa empieza a perder la
orientación antes de precipitarse cuesta abajo (los tres últimos trabajos,
entre 1999 y 2005 perdieron todo mi interés). Es que me coincide un buen tema
de aquellos a la hora del café y me viene al recuerdo los años del pasado en
que escuchabas a Texas mientras estudiabas para llegar a convertirte en alguien.
Halo es hermoso. Sharleen Spiteri lo hace hermoso cuando lo canta. Es un tema
con halo indescriptible y aún entrañable.
sábado, agosto 04, 2012
TQM
Bueno,
aquí estamos otra vez, a las puertas de un nuevo amanecer. Distinto. Supongo
que se debió a un giro del destino, a un simple capricho. Quién sabe. Quién lo
iba a decir. Nace la luz en el horizonte y podemos caminar sobre este paseo de
madera. Aún no es tarde, nunca lo es. Felicidades.
Para mi
tontiña. Sweet thing.
jueves, agosto 02, 2012
VOLUME ONE 268: BREAK IT YOURSELF (ANDREW BIRD)
Suerte que
tengo cercanos los buenos oídos de otras personas que me hacen rectificar. Porque
a veces se te pasa apreciar como merece un disco que escuchas, por cansancio,
distracción o la inconveniencia del momento, y después te das cuenta de que
estabas equivocado. Me ha ocurrido siempre, ahora mismo con Andrew Bird y su último
trabajo. Break it yourself (Mom and Pop Music, 2012) es una pieza singular: ni tradicional
ni vanguardista, ni tosca ni preciosista… se mueve a medio camino de los
extremos y contiene una elogiable riqueza de matices presente en la obra anómala
del autor, peculiar violinista y compositor de Chicago. El encanto tranquilo de
este disco descansa en selectas canciones, con la preciosa Lusitania a la
cabeza, que embellecen un disco estimulante, en esta ocasión ideal para cerrar
un estúpido día de paseo al otro lado de la correa de la que te arrastra el
perro.
Nota:
7/10
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