El rock and roll es de puta madre, desde luego. Su descarada actitud, su rebeldía y trasgresión, toda su caña, el sudor, la sangre en el escenario, las entrañas… Y el pop también mola, ¿por qué no? No necesita romper cristales con la distorsión de su sonido. Sus trajes limpios, su diseño, su engañosa inocencia, su fragilidad… El variado y buen gusto musical de los hermanos Farrelly, los directores de cine de escabrosas comedias, me permitió descubrir hace tiempo al grupo Ivy, aunque hasta ahora no le había prestado más que una o dos canciones de atención. Este disco, el quinto de la cosecha de este trío de New York, In the clear (Nettwerk, 2005), invita a asomar la cabeza por su ventanilla para sobrevolar las atmósferas que contempla: cocktails en las cubiertas de los yates; veranos de Armani; pasarelas de alta costura; vacaciones permanentes y fiestas de madrugada; cuerpos esculturales; ocio caro y vicio sano.
¿Rock? No, ¿Pop? Sí. ¿Pop-rock, rock-pop? Vale. Una maravilla de puta madre.
1 comentario:
me encanta tu blog.acabo de empezar yo uno y a ver si coincidimos.
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