martes, agosto 08, 2006

VOLUME ONE 29: AMERICAN V: A HUNDRED HIGHWAYS (JOHNNY CASH)

Como si implorase aliento desde la tumba, Johnny Cash devuelve su música a la vida. El hombre de negro vuelve a desenterrarse en el quinto volumen de sus grabaciones americanas, otro epitafio de canciones maquilladas con mimo y cariño por la mano del productor Rick Rubin. Casi tres años después de su muerte parte del legado aún inédito de los últimos días de Johnny Cash ve la luz en American V: A hundred highways.

¿Más de lo mismo? Sí, pero desde un contexto más dramático. Días después de la muerte de su esposa, June Carter, y con la salud maltrecha en el reposo de una silla de ruedas, Cash comenzó a mantener comunicación diaria con Rubin. "I love you, John". "I love you, Rick", se despedían por teléfono. El músico necesitaba cantar para llenar sus horas de soledad y combatir los achaques de su organismo, necesitaba morir entre versos y estrofas. Parece que aún queda material almacenado para llenar un par de ‘american recordings’ más.

El quinto capítulo lo llenan doce lamentos desde el limbo. Este ‘centenar de autopistas’ no alcanza la grandeza, aunque sí la emotividad, de las versiones escogidas por Rubin y Cash para el episodio cuarto, The man comes around. Allí descansaban la gigantesca Hurt, I hung my head, Personal Jesus o We'll meet again a modo de optimista despedida. Incluso los volúmenes anteriores y la box set Unearthed contenían tesoros mejores (Heart of gold, Pocahontas, Redemption song). Pero las comparaciones no deben rebajar la altura de las covers de American V. Johnny Cash suena más tétrico quizá, aún con las gotas finales de gasolina para componer sus últimas dos canciones (Like the 309 es magnífica) y para seguir haciendo de la austeridad la nota maestra para crear versiones sobrecogedoras. Un par de Heartbreakers y varios guitarristas y músicos más dan soporte a la voz cansada y temblorosa de Cash en temas de Hank Williams (On the evening train), Bruce Springsteen (Further on up the road), Gordon Lightfoot (If you could read my mind) y un puñado de autores country. En una cabaña entre la tierra y el cielo, sin más ruido que el de la naturaleza.
Nota: 8/10

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