GREATEST HITS 309: MICHIGAN (THE MILK CARTON KIDS)

Saboreo la buena noticia de un nuevo álbum de los Milk Carton Kids, previsto para mayo, y me deleito en las placenteras sensaciones que me produce su música, ese folk de bajo volumen y alta cuota de escalofrío. Se me revelan melancólicas las canciones que Joey y Kenneth conducen por sus voces frágiles y ese cruce desnudo y a veces nervioso de cuerdas acústicas. La armonía de su simple compañía es suficiente, se bastan estos hombres y sus voces para emocionar como si pidieran permiso para hacerlo. Michigan, que primero descubrí en una fantástica versión de Amy Helm, es uno de sus temas más conmovedores, aplastantes, un canto del que brota tanta añoranza como esperanza.

BONUS TRACK 274: GREEN ONIONS (BOOKER T & THE MG'S)

Volvemos siempre a las bases, a la esencia, a sensaciones de simpleza infalibles. Miren, ¿se fían de la música que puede estar detrás de un manojo de cebollas? Cae la aguja y reconocen ese ritmo, una entrada de puntillas hasta que coge costumbre y avanza con el cuerpo erguido. Green Onions, hace más de sesenta años. Eran unos chavales entonces y qué bien sonaban, como sonaron siempre bien con la bandera del soul de Memphis cubriéndole las espaldas a los jefes de la Stax. Eran tan buenos que no necesitaban voces para cantar: el recluta Steve mucho antes de llegar a coronel Cropper, las manos de oro que tenía Booker T Jones, Al el exquisito en las baquetas, y el pato Donald Dunn como artesano de las cuatro cuerdas. El soul, el blues, el R&B y el rock no se comprenden sin los MG's del señor Booker, ni entonces ni décadas después.

VOLUME TWO 118: CHRIS ECKMAN

Este blog guarda cariño desde sus orígenes a músicos que, aunque intermitentes o distantes, en un modesto segundo o tercer plano, llevan mucho tiempo a su lado. Nombres a los que gusta reivindicar y sacar de las tinieblas de la discreción. Ahí encontramos a Chris Eckman, prolífico en proyectos diversos desde que anunció la disolución de los Walkabouts en 2015 tras treinta años de admirable carrera. Ya se había asociado con Carla Torgerson en el dúo Chris & Carla, se entendía bien con los Bambi Molesters, y antes y después de aquel fin abrupto de la banda de Seattle, diversificaba sintonías con Dirtmusic y The Strange, formaciones tan absorbentes como lo fueron los amigos de Walkabouts. Su actividad también le llevó a la cabina de producción para bandas desconocidas en el apartado refugio de su residencia en Eslovenia. Y siempre, en la presencia y en la ausencia, Chris ha propagado su distinguido folk de emociones brumosas y ambientes espesos, en unos pocos álbumes entre 2003 y 2021 que merecen la indagación y el descubrimiento. Pruébese con el apenas catalogable Harney County y su envolvente dramatismo o el inspirador Where the spirit rests para pasar un rato de recogida desconexión con Chris Eckman.

VOLUME ONE 622: HOW TO REPLACE IT (dEUS)

Me gusta reencontrarme con ciertas bandas de rock en las que puedo confiar tras un largo tiempo de ausencia, grupos que asientan esa confianza que transmiten en su flexible estilismo, en lo impredecible. Mantienen una línea estable y uniforme que las hace a la vez irreconocibles, apenas identificables. ¿Suenan a algo en concreto? ¿Se parece su último disco al anterior? No, no. Y no son muchos los trabajos de los belgas dEUS desde 1994, y han dejado pasar once años hasta llegar al octavo. How to replace it (PIAS, 2023) suena ahora tan bien como sonaron en su momento Pocket revolution (2006) o Vantage point (2008), discos tan carentes de límites sonoros como lo es el último lanzamiento del grupo. Rock al que peinan corriente de aire que proceden de décadas pasadas, de perfil ecléctico, adaptado a diferentes climas, liso a veces y arrugado otras, elegante siempre en su propuesta instrumental. Nada desentona en la música de dEUS, aunque sigas sin distinguirlos.

Nota: 7,5/10

SOUNDTRACK 272: GRACIAS POR EL CINE

Cuando la luz se enciende o la pantalla se apaga, en ese momento de solitaria intimidad, vemos toda la película pasar, pensamos en la ficción bastarda, en la vida real y en nosotros mismos. Son solo dos horas de nuestro tiempo que nos distraen para enfadarnos o asustarnos, para una risa o para un llanto, o para que emociones revueltas se abracen. Son muchas películas, muchos fabricantes de imágenes que cobran sentido en una ilusión... Y aquí seguimos, después de tiburones, aventureros, visitantes de otros planetas, el futuro anticipado, el pasado exterminado, la supervivencia de la guerra, la inteligencia artificial... y el cine. Gracias por las películas, Steven.

BOOTLEG SERIES 114: FRAGMENTOS DE DYLAN

La cita anual del dylanismo se detiene en torno a 1997 para recuperar archivos de lujo, material de valioso consumo para el amante devoto de su divinidad musical. Pasen por caja, si quieren ahorren más de lo previsto para hacerse con una caja deluxe de contenidos extra, pero no dejen pasar la oportunidad de dedicar unas pocas horas (de nuevo o por primera vez) a uno de esos discos enormes que hace nuestras vidas mejores y (por primera vez también) a variaciones de algunos de sus temas. Hablamos de Time out of mind, revisitado y reinventado en el Bootleg Series número 17 de Bob Dylan.

Evito la historia, la enciclopedia, fechas, nombres y lugares que recogen muchas fuentes. También los acuerdos y desacuerdos entre Dylan y Daniel Lanois para encontrarle el punto preciso a las canciones. En el refugio de este blog me dedico a dejar salir emociones que la música me produce. Dylan en este y en muchos otros álbumes, pero especialmente en este, me canta como el guardián de los cielos en un viaje hacia la inmortalidad, enfermo de amor, a las puertas de la oscuridad, a lo lejos en las tierras altas, un espíritu exigente y supremo.

Cuántas veces hemos disfrutado tanto de los discos que Dylan dejó guardados como de los que hizo oficiales. En estos Fragments, entrega 17 de la serie, el glorioso álbum del 97 es objeto de una nueva mezcla sutil que se aparta levemente de la atmósfera del disco original. El segundo cd ofrece descartes y tomas alternativas tan afortunadas y geniales que son capaces de estremecer, ese bálsamo permanente que nos lleva hacia el más allá.

GREATEST HITS 308: NUTSHELL (MARK LANEGAN & MAGGIE BJÖRKLUND)

Cuesta creer, después de leer la destructiva vida de excesos de Mark Lanegan en su biografía Sing backwards and weep, que sobreviviera no pocos años a amigos de aguja como Kurt Cobain y Layne Staley. Dos años antes de morir, Lanegan, aún en pie pero en proceso de degradación, grababa una canción para recordar a su añorado Layne, con el concurso de la atmosférica guitarra de Maggie Björklund. Nutshell es, además, una de las joyas que mantienen vivo el recuerdo de Alice in Chains. Hasta de su pétreo carácter surge un beso de nostalgia empapado en drogas y amistad.

¿CUÁNTO TIEMPO LE DEDICAMOS A UN DISCO?

El tiempo libre es escaso, y el que llega conviene invertirlo bien. ¿Cuánto tiempo podemos dedicarle a un disco? A un disco que de verdad nos interesa y nos importa, a una novedad que esperábamos con ganas, la de un músico que admiramos por encima de otros, con una obra que queremos escuchar con atención para encontrarle recovecos especiales, ideas brillantes, una palabra o una nota geniales...

Leí esto una vez: que no hace falta escuchar un disco varias veces de forma detenida para descubrir si nos gusta o no, que el disco que demanda eso es porque en realidad no entra a la primera y parece que no queremos convencernos de ello, y por tanto no es bueno, o no nos gusta en realidad; que si a la primera escucha te golpea y te deja las cosas claras, ya sabes cuán bueno es. Caben discrepancias, claro. Y a mí me gusta prestarle más escuchas a los discos que me dicen algo al principio y sé que me pueden decir algo más después.

Y así ocurre que los discos que últimamente se comentan en este blog han sido objeto de la atención de más de una escucha antes de ser valorados en unas pocas líneas. No importa que sean dos, tres, cuatro u ocho (Wilco ocupa ese tiempo preciado que escasea). Estamos en eso últimamente, en reducir cantidad y ampliar la celebración de la calidad, no vaya a ser que a esta edad que exige que seamos más selectivos nos vayamos a saturar.

Continuará...

VOLUME ONE 621: ANARCHIST GOSPEL (SUNNY WARD)

Ante lo desconocido me pregunto, tras leer qué corrientes mueven a Sunny War, cuál será la más precisa. Porque una breve descripción nos dice que si la escuchamos, entraremos en terrenos de blues y de folk-rock. Y si leemos más a fondo, nos veremos en una maraña de géneros donde caben el soul y el gospel. El cuarto álbum de esta mujer, cantante, compositora y guitarrista de Nashville ubicada en Los Angeles de la que hasta hace muy poco no tenía referencias lleva además el elocuente título de Gospel anarquista (Anarchist gospel, New West, 2023). Esta hecho con todos esos condimentos estilísticos, pero de forma limpia y hechizante, sin empacho alguno, sabroso.

Sunny War, victoriosa en una vida joven que ya la ha agitado por los caminos de las adicciones, acaricia las cuerdas con extraño acento y poderoso eco. Podría asociarse con Valerie June o Rhiannon Giddens en comunión fraternal. Las canciones de su último trabajo, al que prestan voz y guitarra Allison Russell y David Rawlings en un discreto pero eficiente segundo plano, vibran y calan, cabalgan sin desbordarse, fieles a estilos que forman un híbrido irresistible de música embriagadora.

Nota: 8/10