Ante lo desconocido me pregunto, tras leer qué corrientes mueven a Sunny War, cuál será la más precisa. Porque una breve descripción nos dice que si la escuchamos, entraremos en terrenos de blues y de folk-rock. Y si leemos más a fondo, nos veremos en una maraña de géneros donde caben el soul y el gospel. El cuarto álbum de esta mujer, cantante, compositora y guitarrista de Nashville ubicada en Los Angeles de la que hasta hace muy poco no tenía referencias lleva además el elocuente título de Gospel anarquista (Anarchist gospel, New West, 2023). Esta hecho con todos esos condimentos estilísticos, pero de forma limpia y hechizante, sin empacho alguno, sabroso.
Sunny War, victoriosa en una vida joven que ya la ha agitado por los caminos de las adicciones, acaricia las cuerdas con extraño acento y poderoso eco. Podría asociarse con Valerie June o Rhiannon Giddens en comunión fraternal. Las canciones de su último trabajo, al que prestan voz y guitarra Allison Russell y David Rawlings en un discreto pero eficiente segundo plano, vibran y calan, cabalgan sin desbordarse, fieles a estilos que forman un híbrido irresistible de música embriagadora.
Nota: 8/10
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