Mavis se las arregla para refrescar hoy la lucha del pasado, la de siempre. La exigencia de igualdad, dignidad y seguridad para todos los seres y razas no tiene fecha de caducidad; los peligros y horrores que las atacan, lamentablemente, tampoco. Entre ese pasado de reivindicación que su música no ha dejado de proclamar y el presente amenazado por muros y coacciones, Mavis Staples, con 80 años, ha sido quien con más naturalidad ha adaptado su discurso universal y sus herramientas sonoras al criterio estilístico de lúcidos autores que podrían ser sus hijos o nietos. Después de tres excelentes álbumes en sintonía con Jeff Tweedy y uno bastante decente con M Ward, ahora el socio es Ben Harper, quien ha agitado la esencia guerrera de la pequeña Mavis en We get by (Anti-, 2019). Este álbum, con una portada que visualiza las brechas de la desigualdad y las barreras entre colores, carece de la sutileza de las obras producidas por Tweedy (quien a ratos daba aire para que a la voz de Mavis la envolviese la fragancia más suave de Wilco) y se empapa de un sonido más afilado, unas veces un poco áspero, otras bellamente frágil. Sin que nos empape de goce, cuenta con valiosos cortes (Change, Never needed anyone, Stronger) y reconforta la buena salud de Mrs. Staples.
Nota: 7/10
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1 comentario:
Me encantan estos discos donde la vieja leyenda se rodea de la actual para hacer algo ... creíble ... este sin duda va por ese camino. Le echaremos una oreja
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