De
repente, como abrazado a un pasado envuelto en vaporosas capas
estimuladas de nostalgia, reaparece el Neil Young de los años
setenta, la década en la que mejores álbumes grabó… Oh, qué
agrado causa recordar sin más obras como Tonight’s the night,
Zuma, On the beach o Comes a time… Sin saber bien por qué, el
músico ha sacado este año de sus archivos repletos de curiosidades
una grabación acústica de agosto de 1976 capturada en los estudios
Indigo de Malibú. Es poco más de media hora en diez temas reunidos
en el álbum Hitchhiker, donde la voz adormecida y la guitarra
hipnotizada de Neil Young parecen aspirar una corriente de amargura.
Grabó aquel día en una sesión adelantos de temas que poco después
formarían parte de discos, como Pocahontas o Powderfinger, volvió a
piezas de trabajos previos o que no habían tenido espacio en discos
de estudio oficiales, y registró dos temas hasta hoy inéditos.
Suena todo lejano y a la vez intenso, envuelto por la arena de una
playa californiana mientras el sol se pone. Yo también, desde mi rincón,
también me dejo evadir por la morriña.
jueves, septiembre 07, 2017
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