Volvemos
a los Stones, una cita viciosa pero nunca desaconsejable. De entre sus discos más
arrinconados y a veces peor valorados, alguno merecería otra suerte y mejor
prensa. Le pasa a Emotional rescue (1980), cierto, un trabajo de los que se
olvidan al repasar la carrera, aunque contiene detalles agradecidos. En su
contra juega quizá la falta de canciones reconocibles y la repetición de esquemas,
pero a su favor tiene ese oficio gamberro que les sale de memoria y la
inspiración lúcida de sus líderes. La banda venía del fantástico Some girls y ya
preparaba el no menos estupendo Tattoo you. En medio retomó ritmos bailables
sin olvidar su fabricación rockera y algún capricho reagge por cortesía de
Richards. Funciona mejor la primera opción (Dance pt.1, Emotional rescue, ambas
con un esponjoso y seductor bajo de Bill Wyman) que las más mecánicas fórmulas
marca de la casa. Pero aún se disfruta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario