jueves, mayo 31, 2012

BOOTLEG SERIES 25: CHESS CHARTBUSTERS


La mejor música ya está escrita, pertenece a un tiempo en el que aún no vivíamos, pero nada la ha borrado de la tierra. Si te metes un atracón de ella te darás cuenta de que lo ha venido después no ha sido más que un homenaje al origen, una continuación cambiante de lo que ya existía, arreglos y derivaciones, experimentos y variaciones, una herencia transformada en múltiples perfiles, unos galantes otros toscos. Vamos a viajar por Chess un rato, por aquellos discos grabados en la compañía de Chicago de los hermanos Chess entre 1947 y 1975. En sus archivos duermen para siempre el atrevimiento del rock and roll, la profundidad del blues y el calor del soul, las mejores canciones de todos los tiempos, las biografías más fascinantes de las hemerotecas: Howlin’ Wolf, Chuck Berry, Little Milton, Etta James, Marlena Shaw, Solomon Burke, Lightnin’ Hopkins, Muddy Waters, Willie Dixon, Koko Taylor, Otis Rush, Elmore James, John Lee Hooker

Chess Chartbusters es una colección de seis volúmenes (pasaos por la FNAC, por ejemplo, y os haréis con el lote completo a muy buen precio) que incluyen piezas de todos estos músicos únicos e inimitables, los maestros con los que crecimos o con los que maduramos… con los que nos despediremos.

sábado, mayo 26, 2012

VOLUME TWO 56: CCR, LA CREEDENCE


Antídoto contra la contaminación… Un poco de pureza, de garra, de rock vitamínico. Ahora me suena de maravilla, bendecido por las décadas que han pasado e inmune al desgaste. Hasta en la película más estúpida se escucha una canción de la Creedence, en las mejores también (Apocalypse now, Nacido el 4 de julio, Forrest Gump). Los conocí hace mucho tiempo, gracias a una película precisamente. No tardé en comprar algunos de sus discos, vinilos que guardo en perfecto estado. Ahora necesitaba algo auténtico e imperecedero, y qué mejor que Creedence Clearwater Revival.

Pocas discografías abarcan tantos buenos discos en tan poco tiempo. Entre 1968 y 1972 publicaron siete álbumes, seis de ellos casi perfectos, además de un poderoso directo de gira por Europa, y en todos hay canciones estupendas, letras y voces que cabalgan domadas por el contagioso pulso rítmico del grupo y el aullido cerebral de John Fogerty desde las orillas del pantano. El éxito y los excesos de control por parte de Fogerty acabaron con el grupo de mala manera, derivaron en litigios y en la inevitable y triste disolución. John sigue siendo un grande cuando sale a la carretera o se mete en un estudio aún hoy; nunca haría negocios con él pero nunca cambiaría de dial hasta el segundo final si en cualquier radio del mundo suena Suzie Q, Who’ll stop the rain, Proud Mary, Lodi, Green river, Walk on the water, Pagan baby, Sweet hitch-hiker, Run through the jungle

viernes, mayo 25, 2012

WHAT THE FUCK!


“¡Viva la noche! ¡Viva la fiesta! ¡Vivan los djs! What the fuck! What the fuck!”… Así una y otra vez, venga y venga. El ritmo incesante y monótono. Grita una joven cabalgando por el machaque de la música… del ruido, seamos justos… atentado industrial y exhibición insultante, bochornosa. No se atreve a ensalzar “¡Viva la coca! ¡Dame una anfeta!” Quién escucha esto, dios mío, quién nos tortura de esta manera. La crisis no es solo financiera, laboral, moral. La crisis, la decadencia, es total.

Ya no podemos ni entrar en una tienda a probarnos ropa, ni pasear por entre las estanterías de un almacén de segunda mano. Por las tiendas me paso para renovar vestuario una o dos veces al año, a los segundos acudo más a menudo para llevarme a casa libros usados en buen estado a precios de ensueño, y por los pasillos me entretengo echando un vistazo a tomos, pasando las páginas de revistas antiguas o tratando de encontrar un disco decente del que alguien ha preferido desprenderse. Pero tan relajante paisaje se perturba y la depresión se expande con el estruendo del hilo musical, y al poco de llegar me doy la vuelta y salgo por donde he entrado. What the fuck!

sábado, mayo 19, 2012

VOLUME ONE 263: A WASTELAND COMPANION (M. WARD)


El bueno de Matt (bueno, buenísimo) se trae un disco bonito este año (bonito, precioso). Su música es refrescante y suave, un bálsamo en tiempos de angustia y ruido. Rozan sus dedos sobre esas cuerdas finas de sus Gibson, planea su voz delicada cubriendo el eco de canciones armadas con severo cuidado. Una parte de A wasteland companion (Bella Union, 2012) apuesta por la alegría, con Zooey decorando las letras; otra parte reposa en atmósferas blancas y se vuelve melancólica. M Ward es un talento sobrado con todo su ingenio aún por expandirse. Un regalo para enmarcar.

Nota: 8/10

BUEN VIAJE


Cada paso es un viaje: el camino más largo que tomar puede exigir el paso más fácil de dar, y el más corto que emprender puede ser el más difícil de afrontar. Tenía la cabeza en otra parte, el corazón lejos. Llena un vacío, abre otros. Pero permanece siempre a nuestro lado. Buen viaje, mejor llegada, feliz estancia. Todo cuanto te mereces. Bicos.

jueves, mayo 10, 2012

THE ROAD


Cuando…
…nos venimos abajo, nos creemos ingenuos, nos esforzamos para nada, nos apasionamos para menos…
…para sentirnos vivos quizá…
…nos quedamos de pie resistiendo, nos alejamos viendo a un amigo partir, nos merecemos, nos tenemos…
…cuando la ignorancia es un lujo, el camino está en la carretera, y una canción nos acompaña.

GREATEST HITS 129: WHAT THE WATER GAVE ME (FLORENCE + THE MACHINE)


Todos los años me conmueven un par de canciones sorprendentes, por su sencillez o por su artificio, por cualquier virtud, la que sea que más me atrae y me encadena por una temporada a ella. El año pasado lo hizo You come back especialmente, de Edie Brickell (aún lo hace cada vez que acudo a ella); también What the water gave me, de Florence + The Machine. Ninguno de los discos en que aparecen pasará a la historia de mis preferencias o debilidades musicales, pero contienen esos temazos. No me decido todavía, ni hace falta, a catalogar la música de esta londinense de aspecto serio y seductora frialdad. Me gusta Lungs, su primer trabajo; no tanto el segundo, Ceremonials, pero este corte me gana, me eleva.

martes, mayo 08, 2012

BONUS TRACK 102: MEXICAN MOON (CONCRETE BLONDE)


Curioso, y siempre bien recibido, es descubrir que por mucho que nos alegremos de disfrutar de buenos discos y música fantástica, siempre hay más esperando a que la escuchemos de casualidad, o al fin, o porque nos la recomiendan, o porque nos llama la atención un estribillo. De Concrete Blonde tenía por ahí perdidos uno o dos temas en bandas sonoras, y ahora me doy de bruces con un disco suyo, el quinto de una trayectoria que ha corrido y se ha frenado entre paréntesis desde 1982. Mexican moon (1993), con relajantes adornos hispanos en su tema titular, es un trabajo musculoso y detallista a partes iguales, vigorizado por el arrollador torrente de voz de su bajista y cantante Johnette Napolitano (sublime en Jenny I read o I call it love), y construido sobre el solidez compositiva del trío. El grupo californiano, nacido en el Hollywood de Billy Idol, X o los primeros Red Hot Chili Peppers, no salió mucho de sus circuitos demasiados secundarios.

domingo, mayo 06, 2012

GREATEST HITS 128: I SHALL BE RELEASED (NINA SIMONE)


Una canción inmensa nunca puede ser estropeada, a la hoguera con el criminal que se atreva. Las canciones como estas permanecen en nuestro interior en cualquier lugar al que la vida nos empuje, acompañan a las estaciones y resisten las tormentas. Nos sobreviven. Podría haber escogido cualquier versión: The Band, Wilco, Jeff Buckley, The Byrds, Joe Cocker, Jerry Garcia, Bob Dylan, Joan Baez al calor de las luces de un salón y bailada como si la fiebre nos hubiera poseído… Nina Simone, Nina, agitando los hombros y meciendo los brazos aunque vayamos a perder el avión.

jueves, mayo 03, 2012

GREATEST HITS 127: 37 GRADOS (RADIO FUTURA)


Me cogió desprevenido el otro día esta canción, pieza entre piezas del hilo musical de una cafetería, de las que suenan sin que te enteres. Pero esta vez me dije, “ooooh, 37 grados”, mientras mi pie derecho seguía el ritmo de su música animosa con golpes en el suelo y la voz de Santiago Auserón me entraba en la memoria y reproducía sus versos. El disco al que pertenece, La canción de Juan Perro, fue para mí un bombazo el año en el que apareció, 1987. Mi hermano y yo nos lo sabíamos de pe a pa, desgastamos la aguja y el vinilo de tanto escucharlo, y qué buenos nos parecían y bien nos caían estos tipos. Así que hoy, tanto tiempo después, valga un recuerdo entrañable a Radio Futura y a uno de sus temazos (que tiene unos cuantos)… Ay, qué niños éramos…