Una canción inmensa nunca puede ser estropeada, a la hoguera
con el criminal que se atreva. Las canciones como estas permanecen en nuestro
interior en cualquier lugar al que la vida nos empuje, acompañan a las
estaciones y resisten las tormentas. Nos sobreviven. Podría haber escogido
cualquier versión: The Band, Wilco, Jeff Buckley, The Byrds, Joe Cocker, Jerry
Garcia, Bob Dylan, Joan Baez al calor de las luces de un salón y bailada como
si la fiebre nos hubiera poseído… Nina Simone, Nina, agitando los hombros y
meciendo los brazos aunque vayamos a perder el avión.
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1 comentario:
Probando para escribir comentarios... debería funcionar.
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