Curioso,
y siempre bien recibido, es descubrir que por mucho que nos alegremos de disfrutar
de buenos discos y música fantástica, siempre hay más esperando a que la
escuchemos de casualidad, o al fin, o porque nos la recomiendan, o porque nos
llama la atención un estribillo. De Concrete Blonde tenía por ahí perdidos uno
o dos temas en bandas sonoras, y ahora me doy de bruces con un disco suyo, el
quinto de una trayectoria que ha corrido y se ha frenado entre paréntesis desde
1982. Mexican moon (1993), con relajantes adornos hispanos en su tema titular, es
un trabajo musculoso y detallista a partes iguales, vigorizado por el
arrollador torrente de voz de su bajista y cantante Johnette Napolitano
(sublime en Jenny I read o I call it love), y construido sobre el solidez compositiva
del trío. El grupo californiano, nacido en el Hollywood de Billy Idol, X o los primeros
Red Hot Chili Peppers, no salió mucho de sus circuitos demasiados secundarios.
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1 comentario:
Insiste my friend. Bloodletting, Concrete Blonde y sobre todo Free te tienen que encantar tambien .... Uno de mis grupos de toda la vida.
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