Va despejándose de nubes el panorama, será que ha llegado el verano y soplan aires de confortable calidez y se abren cielos limpios. Porque cae en mis manos otro buen disco del año de la mano de Dirtmusic, el trío que hace un par de años crearon Chris Eckman, Hugo Race y Chris Brokaw, y que acaba de publicar su segunda y sabrosa experimentación. Se llama BKO (Glitterhouse, 2010), iniciales de Bamako, la capital de Mali, adonde se han ido a grabar tras entablar amistad y compartir ensayos y sesiones con una joven banda de tuaregs llamada Tamikrest en una edición pasada del conocido Festival del Desierto celebrado precisamente en Mali. El resultado presenta ahora esa camaradería, con Dirtmusic y sus territorios atmosféricos engalanados con apropiados y nunca excesivos ropajes de música africana, guitarras puntiagudas o crispadas y percusión enigmática. El disco se pega a la piel por el calor que transmite, por la adicción que levantan preciosos temas como Collisions o Bring it home o descargas más enfurecidas como Ready for the sign o este inicial Black gravity.
Nota: 8/10
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