-Te agarras a un poco de sufrimiento… y ¿qué eso comparado con que estés vivo?
-No puede ser tan simple.
-¿Y si lo es?
La cámara se aleja lentamente y la puerta de la terraza enmarca a David con la cabeza apoyada en el hombro de su padre hasta que la imagen vuelve a fundirse en blanco.
Demoledoramente acaba la cuarta temporada de A dos metros bajo tierra, como también concluía la tercera, y la segunda. Vaya, creo que voy a llorar cuando termine esta historia, cuando todo quede cerrado sin rendijas para estirar nada más al finalizar la quinta etapa. Antes, la familia Fisher y sus allegados continúan vagando desconcertados por sus existencias, precipitándose, enfadándose, reconciliándose, conociéndose a sí mismos, experimentando, viviendo y muriendo un poco cada día con las preocupaciones y emociones que a todos, que a todos nosotros, nos toca tener en este paso por la vida. Una vez más, magistral.
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