Desde el otro lado me dice quién es en realidad, que no es nadie, que no pertenece a nadie y que tenemos que darnos cuenta de que no es tan importante como pensamos. Es cierto. Me encanta. Pero, ¿a qué lugar me la llevaría? En una o dos horas es el ser más adorable del planeta, pero después queda todo lo demás. Habrá que tener un voto de confianza… y un poco de fe en cómo ella, así, nos transforma sin destrozarnos, nos embellece sin pensarlo.
Vamos a mirar más allá, más allá del escote obsceno y de los contornos blandos. Ahí, más allá, se encuentra lo que no nos atrevemos a gritar, lo que nos vuelve locos y humanos, lo que no tiene explicación fuera de nuestras cabezas, fuera de una razón a la que le gusta distorsionarse y agarrar todo aquello que la acabará abandonando. Buenas noches. Un beso. No hay nada tan real como un beso.
1 comentario:
Quizás una resaca, Tribeca. Una resaca y un gripazo también son jodidamente reales. Un abrazo. Carpe Diem. W
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