Dos aspectos sobresalen en Burgers: uno es el empleo entrecruzado con finura de las guitarras acústica y eléctrica de Jorma Kaukonen. El grupo se había presentado en sociedad como una rama de blues acústico de Jefferson Airplane unos años antes de que la banda californiana se disolviera. Para su tercer disco dieron entrada a las cuerdas eléctricas que el ceñudo Kaukonen tan sutil y cautivadoramente tocaba con su primera formación. En Burgers empieza algún tema en acústico y lo termina en eléctrico, llegando a compartir ambos formatos algunos segundos.
El otro matiz llamativo y enormemente diferenciador es el violín eléctrico de Papa John Creach, un veterano músico de más 50 años cuando se unió a Jefferson y que después continuó su carrera junto a Hot Tuna. Su instrumento toma a veces el lugar de una guitarra más y confiere un nervio achispado a la música de Burgers y a gran parte del arsenal musical de una banda discretamente grande.