Hace tiempo y durante unos cuantos días no me cansé de escuchar y escuchar como un bucle el disco No Other (1974), de Gene Clark. Esta semana lo recuperé de la estantería para comprobar si todavía guarda el impacto relajado que causó en mí entonces. Y así es, sobre todo porque, al igual que la primera vez, se capta en las canciones de este autor un tanto olvidado, pero en gran parte relevante en el desarrollo de la música popular norteamericana, la virtud de la atemporalidad. No other, una cremosa coctelera de country rock, soul psicodélico y suave gospel, es un antídoto contra el envejecimiento.
Clark fue, junto a Roger McGuinn, uno de los dos cerebros de los Byrds en su formación original, de los que se separó, a los que se reenganchó de modo anecdótico, con los que se reunió más tarde y ante los que se enfrentó años después con asuntos legales de por medio. Desde 1967 inició una travesía en solitario que se prolongó de forma espaciada hasta 1991, año de su fallecimiento, y en la que las cimas de su creación fueron White light (1971), Roadmaster (1972) y este No Other. Desde pronto el disco se encontró con el rechazo de la crítica, pero décadas después ganó los favores de aquellos sectores de la misma que desentierran tesoros olvidados y el disco gozó de una tardía reedición en cd con tomas alternativas de casi todos sus temas originales.
Clark fue ambicioso al concebir su disco, quizá por no querer anclarse en una corriente, el country rock, que hasta entonces había cultivado con brillantez (más que el para mí sobrevalorado Gram Parsons), sino por arrimar su tradicional línea musical a otros géneros como el soul, el blues y la psicodelia. Apoyado por músicos de extenso bagaje, entre ellos baterías y guitarristas de Allman Brothers, James Taylor y Carole King, miembros de Manassas, futuros bajistas de los Eagles y un venenoso coro de voces femeninas, Gene Clark creó una magistral obra de carretera y evasión, una aspirina revitalizadora cuando la música de nuestros días tiende a producirnos dolor de cabeza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Hace unas horitas hemos comentado, en ese lugar de tertulia nocturna al que nos gusta ir, nuestra pasión de hace tiempo por los Byrds (pasión que conservo aunque ahora me dedique más a otras aventuras melómanas)
Por eso sigue siendo para mi una inyección nostálgica encontrarme con un post en el que nos mencionas a Clark -el Bird que tenía miedo a volar- a Manassas, a los Allman...
Qué gran visita la tuya, Fer, con tu primer comentario además. Estoy terminando de escuchar esos discos de los Byrds que te comenté para dedicarles aquí un pequeño espacio. Seguiremos hablando, en esta o en otras tertulias...
Publicar un comentario