viernes, septiembre 29, 2006

LIVE IN 27: EL COLECCIONISTA

No soy coleccionista. Me fascina guardar y almacenar ciertos objetos, mas no siento el aguijón que se clava en las venas del apasionado coleccionista por naturaleza que vive para poseer más y más cantidades de sus cosas y aficiones favoritas. El terreno musical es muy propicio para este tipo de coleccionismo, no sólo el que aglutina todo cuanto interese y exista de un artista preferido sino el que expande sus límites a más ámbitos y no se contenta con la magnitud sino con una inmensidad a la que siempre se acerca pero que nunca alcanza.

Acabo de leer una interesante guía sobre el fetichismo musical escrita por el periodista, promotor y coleccionista catalán Jordi Tardá, uno de los mayores expertos, además, en los Rolling Stones. Diario de un coleccionista, se titula el libro, un recorrido que toma forma de visita en vivo por las ciudades del mundo donde el aficionado ávido de comprar y coleccionar puede perderse en tiendas y establecimientos de discos y memorabilia, es decir, todos esos objetos auténticos, ropa, premios e instrumentos relacionados con un artista y de los que uno puede presumir cuando paga una fortuna por ellos.

El viaje de Tardá es muy seductor para todos aquellos que han buceado en las páginas del rock y tienen sus estanterías repletas de discos. Ferias y tiendas, museos y estudios de grabación, restaurantes y locales de conciertos, barrios y ciudades (Nueva York, Londres, Mexico D.F., Detroit, Los Angeles, Memphis, París, Barcelona, Glasgow...) aparecen descritos por el autor con admiración y encanto, con la pasión de un verdadero recopilador de música y fetiches que a menudo alardea de sus estrellas de rock amigas, pero transmite con sinceridad la devoción por abarcar el alma de la música rock y por gozar simplemente con escuchar, tener, mirar y oler discos.

2 comentarios:

vincenzolaguardia dijo...

Y en el libro Jordi nos dice ¿cómo almacenar correctamente los cds,dvds,libros,comics y figuritas?Es que yo ya no sé que hacer....

rubén darío dijo...

No, esa es una gran laguna del libro, una preocupación para muchos sobre la que no estaría mal hacer un libro, un ensayo o un tratado.

Supongo que Tardá tendrá una finca grande o dos casas, una para vivir y otra para guardar todas sus propiedades musicales o relacionadas con ello.