Llegados al sexto tema de este disco es momento de darle pausa a todo y acomodarse cinco minutos en otra dimensión. De entrada, no hay más que detenerse en la cubierta de Another country (2008) para aceptar la invitación a la relajación, la imagen de una suerte de selfie celestial en la que el brillo solar entra por la derecha para acariciar el tierno rostro de Tift Merritt. Le costó a la tejana dar forma al tercer álbum, tras irrumpir entre halagos de la escena americana a comienzos de este siglo, y un periodo en París culminó con este trabajo al que dio consistencia el veterano productor George Drakoulias. El disco supura modestia y a la vez fortaleza, está interpretado con dulzura y soltura, y transmite cercanía. Y de entre todo lo positivo queda en primer plano ese sexto tema tan bonito, glorioso, Keep you happy, donde los pellizcos eléctricos de las guitarras eléctricas de Charlie Sexton y Doug Pettibone producen un escalofrío arrebatador.
miércoles, mayo 29, 2024
BONUS TRACK 291: ANOTHER COUNTRY (TIFT MERRITT)
Llegados al sexto tema de este disco es momento de darle pausa a todo y acomodarse cinco minutos en otra dimensión. De entrada, no hay más que detenerse en la cubierta de Another country (2008) para aceptar la invitación a la relajación, la imagen de una suerte de selfie celestial en la que el brillo solar entra por la derecha para acariciar el tierno rostro de Tift Merritt. Le costó a la tejana dar forma al tercer álbum, tras irrumpir entre halagos de la escena americana a comienzos de este siglo, y un periodo en París culminó con este trabajo al que dio consistencia el veterano productor George Drakoulias. El disco supura modestia y a la vez fortaleza, está interpretado con dulzura y soltura, y transmite cercanía. Y de entre todo lo positivo queda en primer plano ese sexto tema tan bonito, glorioso, Keep you happy, donde los pellizcos eléctricos de las guitarras eléctricas de Charlie Sexton y Doug Pettibone producen un escalofrío arrebatador.
domingo, mayo 26, 2024
VOLUME ONE 664: 66 (PAUL WELLER)
Se advierte una huella de sabiduría a lo largo de este disco, de exquisito reposo en su fabricación. El sabio Paul, con los 66 años a cuestas desde esta semana, lleva su edad al título de su decimoséptimo álbum, probablemente uno de los que mejor recuerdo dejen. Digo esto porque de quien fuera fundador de The Jam y The Style Council me quedan algo lejos motivos para el entusiasmo, los que causaron As is now en 2005 y Heavy soul en 1997, por no regresar más atrás al inigualable Wild wood de 1993. En 66 (Capitol, 2024), la voz y la música de Paul Weller tienden a balancearse, invitan a mirar hacia el pasado con una sonrisa de complacencia y bienestar mientras avanza el otoño; a veces se espabilan las canciones con la puntual electricidad de las guitarras (Soul wandering), y otras se descansan con elegancia en los arreglos y lujo instrumental (Ship of fools, Sleepy hollow, Burn out). Es lo que tiene haber apadrinado corrientes, modas, formas de ser y comportarse, es lo que tiene el respeto de la continuidad sin haber caído pese a tomar riesgos. Un muy buen disco... y seguramente habrá más con otros dígitos en el carné de identidad.
Nota: 7,5/10
viernes, mayo 24, 2024
LIVE IN 300: 83
¿Qué más compartir de este señor? No soy de los que saben la hora exacta en que nació (un 24 de mayo de hace muchos años) ni el nombre del hospital en el que llegó al mundo, pero sí soy de los que alguna vez se lo imagina en pijama leyendo en la cama o escogiendo congelados en un supermercado.
Lejos del escenario cae la rendición a las divinidades, aunque nos resulte difícil despojarlas de su aura solo por ser quienes son, por alumbrarnos o lavarnos con sus canciones. Si entro en ellas y viajo entre sus estrofas, aún consigo recordar mi ansia inocente por conocer el universo sobre el que me haría dar vueltas.
Hace casi un año nos veíamos en Oporto, y si fuera posible te volvería a ver y a escuchar. Retrocedería a la primera vez, a la primera aguja que hizo que tuvieras sentido para mí. Hoy volveré a poner uno de tus temas. ¿Cuál? Cualquiera vale, sí, con los ojos cerrados. Uno que sirva de refugio frente a la tormenta.
lunes, mayo 20, 2024
BONUS TRACK 290: LONDON CALLING (THE CLASH)
Recién llegado de Londres (¿de dónde mejor si no?), en edición restaurada y con la reproducción del diseño interior original, regreso complacido a este disco. Antes de irme a Londres por una tiempo, un amigo me abrazó por detrás mientras en aquel bar pinchaban London calling para desearme un buen viaje, una buena estancia. Es de esos álbumes que no necesitan debates ni explicaciones, de los que solo con escucharlos ahora, hace diez o veinte años, permiten que te des cuenta de su peso y su legado, de la relevancia que tuvieron entonces y que adquirieron en los años y décadas siguientes. Y casi no hay más que hablar. London Calling (1979) es la plenitud de The Clash, una cima con la que Strummer, Jones, Simonon y Headon se convierten en una banda que trasciende estilos y fronteras, cuya música te hace sentir joven, tanto si habla en clave rock como en versión pop, si juega con el reggae y se incrusta en el punk o se muta en rockabilly. Fue su tercer disco en los diez años que duraron, una obra eterna que no encuentra comparación.
viernes, mayo 17, 2024
EL DÉPOR
Yo no soy del Dépor, el equipo de fútbol de mi ciudad, pero sí soy de esa fiebre pasional, sin límites ni condiciones y muchas veces irracional que el fútbol provoca en los actos y en la conciencia. Para bien o para mal, me fascina cuando la advierto. Más bien tuve esa fiebre hace tiempo, luego renuncié a esa montaña rusa, me puse en huelga, y últimamente cedí para entregarme de nuevo a las buenas y malas fortunas de otro club de fútbol lejos de aquí. La fiesta blanquiazul en mi ciudad, la del Dépor, sale de un sentimiento indestructible, de una fe que perdura en muchos de quienes una vez vivimos (y trabajamos) con el equipo en los teatros de los sueños y en los coliseos de la gloria futbolística, y una fe que surge en nuevos asientos, los que ocupan nuestros hijos o los que nunca vieron a este equipo escupir a la cara a los más grandes clubes de España y de Europa.
No soy del Dépor, perdí su estela o, en realidad, nunca me agarré a ella. Pero debo brindar por esa grada blanca y azul que de nuevo, o más que nunca, se entrega al cariño hacia su equipo, y rendirme a un espíritu rockero en este fútbol sagrado que forja leyendas en tiempos que necesitan héroes y que, con más o menos esperanza y resistencia, es capaz de sobreponerse al fatalismo. El Deportivo lo ha hecho, le han visto volver.
martes, mayo 14, 2024
BONUS TRACK 289: FOR EVERYMAN (JACKSON BROWNE)
Siento predilección por las virtudes sencillas, por la ejecución (aparentemente) simple de tareas (realmente) complejas. Metidos en la música y teniendo esto en cuenta vale el ejemplo de Jackson Browne. En el año en que nací, el jovenzuelo prodigioso de alisada melena firmaba un segundo álbum, For everyman (1973), bendecido de canciones sin fecha, música que hoy pertenece a cualquier momento. Jackson era profundo detrás de su ligereza, un letrista de brillo que merecía elogios auténticos. El disco se abría con el regalo que Browne había hecho antes para Glen Frey y los Eagles, ese Take it easy de espacios abiertos, fortalecedor. Y poco después llegaba These days y su nostalgia arrepentida, que el autor había escrito a los 16 años y había llegado a cantar Nico. Y suenan también Redneck friend y For everyman, que visten a Jackson Browne, aún en su florecer, de artesano de la sastrería musical.
miércoles, mayo 08, 2024
GREATEST HITS 339: DEJA VÚ (GUSTAVO CERATI)
En la tahona donde me tengo en pie al mediodía el empleado argentino hace sonar a su admirado Gustavo Cerati. Me he topado con él, con su inconfundible acento en el látigo final de algunos versos, y me he quedado un rato atrapado en su pegadizo poder de atracción de sus canciones. Gustavo era un dios para muchos argentinos, un ídolo al que las multitudes adoraron en su muerte, hace ya diez años. Deja Vú, de ese fenomenal disco que es Fuerza natural (2009), fue uno de sus mayores éxitos, que me gusta recordar, con su pulso de locomotora, cuando hacen falta las fuerzas.
sábado, mayo 04, 2024
SOBRE DUA LIPA
Aunque se han publicado en este blog seiscientas y pico reseñas de discos y se ha escrito sobre cientos de músicos y figuras del espectáculo, llegamos a un momento en que se nos antoja complejo dedicar un texto a un álbum de alguien como Dua Lipa. Quizá porque andamos perdidos en el ámbito en el que se mueve, se erige y se consagra esta estrella de la fama, quizá porque no encajan nuestras sintonías, quizá porque estamos de vuelta y no hay mejor argumento que la pereza para dejar pasar la oportunidad de dedicarle una esmerada semblanza a esta mujer.
Tanto rollo, permítannos la licencia, para concluir, llegados al tercer disco, que Radical optimism nos produce una picante sonrisa, un inquieto meneo que hasta ahora no nos habían causado los trabajos anteriores de esta poderosa presencia. Leemos reservas hacia este nuevo paso, pero las esquivamos porque esta vez Dua Lipa nos hace creer en que hay mucha más luz detrás de unos bailes ridículos, de un poder de atracción estratégico, de influencias mediáticas y de una belleza de animal indomable.
viernes, mayo 03, 2024
BONUS TRACK 288: COLES CORNER (RICHARD HAWLEY)
Las imágenes de este disco de Richard Hawley ilustran una costumbre cotidiana, un rito de ciudad, algo que nació en el pasado, llega al presente y pervivirá en el futuro, porque es parte ineludible de sus ciudadanos, los de Sheffield, nos cuenta el músico. Ahí vemos a Richard con un ramo de flores esperando en una esquina, bajo la visera curvada de un teatro en la foto de portada; en el interior lo intuimos horas antes preparándose para la cita ante el espejo del cuarto de baño, en la parte trasera de un coche (¿un taxi?) con el ramo en las manos, ante el teatro mirando impaciente el reloj, en una cabina telefónica con el aparato en la mano... y en la contraportada la huella de la cita (¿frustrada?) se limita al ramo en la boca de una papelera. Hawley nos dice que en su ciudad, en Sheffield, durante años y generaciones la gente se encuentra en Coles Corner, un punto de encuentro, que en la imagen del disco coincide con la esquina del teatro Stephen Joseph, en la calle Westborough.
Hay algo de nostalgia, de fidelidad apegada al pasado en lo que cuenta Richard Hawley, como también lo hay en cada tema de este magnífico álbum, Coles Corner (2005), de una elegancia abrumadora en la orquestación (Coles Corner, The ocean, Last orders), de música suspendida en hábitos que son identidades. El autor de Sheffield siempre mostró con claridad su apego a Roy Orbison y a Scott Walker, y aunque remite a ellos con la espesura lánguida de su voz, canta en su propia esfera, tan delicado como misterioso. Este disco es un tesoro vintage de época indefinida, por eso alcanza la inmortalidad.