El cine ha
creado héroes con chulería, de los que la fuerza de sus personajes sale del firme
trazo con que están definidos y de la seguridad emocional de quien los
interpreta. O si no son héroes son antihéroes, o justicieros, o tipos comunes
metidos en peligro o situaciones de apuro de las que, con inteligencia, oportuno
humor y un poco de violencia, van a salir airosos. Denzel Washington ha pasado
por estos trances unas cuantas veces, y casi siempre lo he disfrutado. Da la
sensación de que lleva años interpretando el mismo personaje, con su mirada fría
pero bienintencionada, su estallido de furia para abroncar o aleccionar a un
débil, su apariencia de pasar de todo pero dominándolo todo. Yo no le pido otra
cosa: el tío lo borda con chulería, siempre por delante de los villanos para
esquivar golpes, siempre contundente al repartir mamporros o al darte un sermón
como si te estuviera imponiendo un mandamiento, siempre carismático.
En The
equalizer 2, secuela de The equalizer: El protector (ambas dirigidas por Antoine
Fuqua), te encuentras a este Denzel Washington chulo y expeditivo, el que fulmina
con una mirada y remata con una hostia implacable. Es una decente película de
acción con traiciones y venganzas, sin mucho misterio en su argumento pero abordada
con detalle en tramas secundarias y cariño por su personaje principal. Si no es
por Denzel, no la hubiera visto. Como tampoco El invitado, Imparable o Asalto
al tren Pelham 1, 2, 3, con el actor en su salsa heroica para brindarte un buen
rato. Sin olvidar que el otro Denzel con matices más sombríos, además, es un
gran intérprete: El vuelo, Plan oculto o Training day valen de
ejemplo.
1 comentario:
Completamente de acuerdo. Si se trata de dar nivel a una pelicula "mas" de accion .. hazte con Denzel. No te hagas con Liam :-)
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