En mitad de la
edad que marca el inicio y el final de las décadas. Entre juventudes tardías y madureces
precoces. Más cansancio, menos vista. De madrugadas de festivales en tiendas
de campaña con viajes espaciales a escapadas en familia al cobijo de una
cabaña cerca de la playa. No estuvo nada mal, está bastante bien. Queda aún
algo de energía si suben y bajan tus hombros cuando suenan los Black Keys, lejos
de todo por un par de horas, en mitad de un pueblo en silencio que nos mantiene
unidos.
lunes, agosto 06, 2018
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