miércoles, abril 04, 2018

4.000 Y PICO LARGOS

Un desafortunado accidente acabó con el disco duro del ordenador. Daños irreparables. Miles de textos, fotos y archivos audiovisuales perdidos. Con los días el enfado se fue mitigando y la resignación dio paso a la tranquilidad. Hay males mayores. Entre muchas cosas que guardaba (por eso de tener un control fiable de lo que los placeres de la vida te van ofreciendo) había un documento con toda la música que mi hermano y yo tenemos en nuestros hogares: los títulos de todos los discos y el formato en el que los guardamos (LP, CD o mp3, descartados los viejos casetes, que con el tiempo la mayoría han sido reciclados en otro formato, y los discos promocionales o piratas no oficiales). Gran parte de lo perdido es irrecuperable, pero este archivo puedo volver a crearlo, poco a poco, a ratos cuando el tiempo libre me lo permita, hasta completar de nuevo los 4.000 y pico discos que entre ambos tenemos, 4.000 y pico largos, una colección generosa que ahora al reunirla en un nuevo documento me parece excesiva.

¿Teníamos este disco? ¿Volveré a tener ganas algún día de escuchar este álbum? ¿Pero de verdad una vez se me ocurrió comprar o descargar esto? ¿Es esto digno de conservar? ¿Pasa algo si prescindo de esta obra? Nos preguntamos en este repaso la razón de nuestro coleccionismo, los motivos de nuestra pasión. Probablemente nunca más volvamos a escuchar ni la mitad de esta colección, en parte porque dedicamos bastante tiempo a escuchar música nueva de quienes ya conocemos o música con la que conectamos por primera vez; pero que caray, esta música es nuestra y cada disco tiene su historia propia en nuestra propia historia.

1 comentario:

J Aybar dijo...

Jesus Christ! 4000! ...