Se
consumen al fuego las páginas de las agendas con sus citas tachadas,
nuevos planes sin tinta llaman al dejar atrás la esquina. Unos te
los esperas, otros aparecen sin avisar. Así llegan los años movidos
por la corriente. El próximo 4 de abril estaré en Oslo, tengo un
compromiso ineludible que hace unas horas no entraba en mis esquemas.
Sentado y complacido veré una vez más a Bob Dylan y su banda. En el
Oslo Spektrum. Será la sexta vez después de Santiago, León,
Valladolid, San Sebastián y Vigo. Quizá sea la última. Quizá la mejor.
O la peor. Poco me importa. Será diferente. Porque estaré contigo.
Tú, el mejor regalo.
lunes, diciembre 26, 2016
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