lunes, julio 25, 2016

LOST IN MUSIC


Divertidísimo libro. Placentero, entrañable, gracioso. Diría que profundamente vital a ratos. Si somos muy freakies de esto de la música disfrutaremos de esta lectura en plenitud. ¿Quién es Giles Smith? Podríamos ser tú o yo, aquellos que alguna vez soñamos con formar parte de una banda de rock o de pop, que lo conseguimos incluso y el sueño duró un suspiro; aquellos que ordenamos, observamos o palpamos nuestros discos hasta la obsesión, y seguimos haciéndolo; aquellos que tocamos guitarras de aire; aquellos a los que la música ha marcado los pasos que hemos dado en la vida y que recordamos los acontecimientos más significativos gracias a una canción que escuchamos o a un disco que compramos.

Giles Smith es periodista, inglés de Colchester, de donde no se conoce a ningún músico, y escribe más de deportes que de música. En Lost in Music, una ópera pop se pierde en la música por completo, en los renglones de su juventud y partituras de su niñez, en su paso por la universidad o la vida adulta. Cuenta una biografía singular a través de los grupos o proyectos de grupos con los que algún día soñó que se convertiría en una estrella del pop y sobre todo aludiendo a la música que coleccionaba, que escuchaba con sus amigos y que, por las razones más personales que uno alberga, más le emocionaba. Tipos peculiares y manías musicales conviven con añoranzas de primeros conciertos o primeros singles comprados y con visitas a ferias o tiendas de discos.
No, los gustos de aquel Giles Smith no son ni los míos ni (me atrevo a decir) los de la mayoría de los lectores de este blog. Pero, cuánto te ríes al leerle narrar su efímero éxito con la única banda con la que editó un disco (en Alemania), o explicar por qué no le gusta Pink Floyd o por qué tardó en escuchar a Neil Young, por qué conserva con cariño la bochornosa música que grabó Nik Kershaw, por qué quería llegar a convertirse algún día en Sting o las comeduras de tarro para pasar del vinilo al CD.

2 comentarios:

J Aybar dijo...

Suena bien, al fin y al cabo somos tan bochornosos como los fans de Nik Kershaw. Mi guitarra es igualmente de aire y mi coleccion pasa una y otra vez por el reproductor como si fuese a convertirme en critico musical o en productor o por el blog como si tuviese algo que contar ... a ver si me lo pillo

rubén darío dijo...

Hermoso e inocente a la vez guardar esos sueños, sin dejar que se estropee el reproductor, por supuesto. O de alimentar tu blog. Espero que te guste.