Los ochenta, como a tantos,
también desgastaron a los Stones. Comenzaron muy ansiosos aquella década, con
cuatro álbumes en tantos años y una gira que los trajo por primera vez a Madrid
bajo un diluvio monumental en pleno mes de julio. De entre esos discos y los
otros dos de estudio que completaron la década, Tattoo you (1981) es el que más
y mejor perdura. Y no porque arranque listo para salir a correr a la calle (Start
me up) o termine melancólico y acaramelado sobre la barra de un bar y junto a
un hombro cercano (Waiting on a friend), sino porque entre un tema y otro desfilan
esas otras soberbias canciones menores que engrandecen a los Stones todavía más
(Slave, Worried about you, Tops, Heaven). Lo escuché estos días después de
mucho tiempo y me lo encontré rejuvenecido, impartiendo lecciones de
supervivencia.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo. El ultimo grande, aunque Steel Wheels tambien podria ....
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