Indulto a
Neil Young. Bueno, me alivia reencontrarme con el incontinente jinete de las
praderas, el revoltoso forajido al galope. Un alivio, tampoco un jolgorio. Pocos
meses después de grabar el rancio y penoso Americana (solo recordarlo me
levanta dolor de cabeza), reúne de nuevo a sus camaradas del alma, Crazy Horse,
para entregar un álbum mejor armado y de propósitos monumentales con el que
alargar la saga familiar del sonido más crujiente de su guitarra enchufada.
Psychedelic pill (Reprise, 2012) es lo mejor desde el reposado Prairie wind de
2005, hermano de Ragged glory y sobrino de Greendale. La píldora tiene más rock
nervioso made in Neil Young que de experimento psicodélico. Al viejo se le va
la mano con 82 minutos para 9 temas, uno que supera los 27 minutos y dos que
rozan los 17, pero la casi hora y media se disfruta dejándose perder en su océano
de riffs epilépticos, perdiéndose sin nada en lo que profundizar…
(En el
documental Year of the horse, de Jim Jarmusch, uno de los miembros de Crazy
Horse reconoce que son músicos del montón, nada del otro mundo, pero que juntos
los cuatro, con Neil, se sienten los mejores del planeta y ese sentimiento no
se lo puede discutir nadie. Pues eso.)
Nota:
7/10
1 comentario:
Un poco duro con Americana .... Psychedelic no sera su mejor disco pero como tu dices demuestra que el caballo aun cabalga. Salud
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