Es reincidente Ben Harper, un culo inquieto al que le encanta enseñar sus distintos perfiles. En Give till it’s gone reafirmamos esa fidelidad, esa camaleónica capacidad de absorber todo su aprendizaje musical e introducirlo sigilosamente en la variada personalidad que tienen sus canciones. Más dócil que White lies for dark times (2009), su nuevo disco se sube en una montaña rusa de emociones musicales a bordo de piezas reposadas como Feel love o Pray that our love sees the dawn (con Jackson Browne en los coros) o cabalgando en temas más agresivos y de éxtasis contundente como Clearly severely o Waiting on a sign. Y en la segunda escucha todo gana mucho más, mucho. Entonces corroboras que Ben es muy muy muy bueno. Sin duda.
Nota: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario