lunes, mayo 16, 2011

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Y aquí seguimos, dando lo que podemos, añorando lo que no llega, lo que vemos más lejos. En el trayecto que nos marcamos nunca hay un final, solo un descanso hasta el día siguiente. Conviene verlo así. Ya son unos cuantos relojes que no dejan de agitar arena, unos cuantos los que me permiten darme cuenta de que los años nos hacen más débiles… cuando recuerdas qué hacíamos hace dos mayos, por ejemplo, o en mayo pasado, y ahora te encuentras con que no solo eres más viejo, te sientes más viejo aunque aún te feliciten por lo bien que te conservas. Y sigues viendo todo más lejos.

2 comentarios:

J Aybar dijo...

Pues nada ... felicidades!

Nalyd dijo...

Parabéns! Desde Oregon seguiremos leyéndote todos los días, un saúdo