sábado, octubre 31, 2009

BOOTLEG SERIES 19: PJ’S BOOTLEGS


Necesitamos tomar vitaminas cada cierto tiempo para no dejar escapar fuerzas ni energías y sentir que tenemos aliento para rato. Cuando de rock and roll se trata a mí me viene que ni pintado un bootleg de Pearl Jam, uno de esos piratas oficiales en directo que la banda distribuye al alcance de cualquiera. He comprado algunos y otra parte más grande de ellos… ya saben cómo la he conseguido. Estos discos me reconcilian con mi música favorita cuando me estanco en otras escuchas. Ahora la banda de Seattle ya ha empezado a grabar y distribuir los conciertos de su gira actual, la del álbum Backspacer, que empezaron en agosto pasado. Ya se pueden encontrar actuaciones en Europa, Estados Unidos y Canadá, que demuestran que Pearl Jam siguen en plenísima forma en vivo, que no les castiga la fatiga ni la apatía, sino que siguen radiantes de ilusión sobre el escenario con geniales interpretaciones y imperturbable placer por su profesión.


Los bootlegs de PJ son cajas de sorpresas. El grupo juega con la selección de canciones, escoge lo que le apetece, los temas y el orden en que tocarlos. De repente rescata una canción del olvido que uno nunca ha escuchado antes en un concierto y la enlaza a otra con la que parece no casar bien, pero sí que funciona. O termina un bis con un tema que quedaría mejor al comienzo de otro o empieza uno como mejor hubiera acabado el bis anterior. Salta de un disco a otro con flexibilidad sin parecer forzado nunca. O hasta prescinde de un clásico para convertir en clásico un supertemazo menor. Desfilan joyitas como No way, Faithful, Smile, Life wasted, All or none, Not for you o emblemas como Black, Porch, Crazy Mary, Alive y ese bárbaro colofón que es Yellow Ledbetter.


Qué gran idea la vuestra, chicos, servirnos un poco de vuestra esencia en carne viva, en vivo y en directo hasta el infinito.

lunes, octubre 26, 2009

VOLUME ONE 200: SEA OF TEARS (EILEN JEWELL)

Cuando el año pasado me tropecé con el disco anterior de Eilen Jewell caí pronto rendido a su despejado encanto, a su espíritu tradicional perfectamente compenetrado con los trazados del folk rock americano. Apunté en letras grandes el nombre de la chica, claro que sí, tendría que seguirle la pista. Y al año siguiente me encuentro con su cuarto trabajo, Sea of tears (Signature, 2009), un disco que adquiere una consistencia retro más compacta que el predecesor, navegante por las aguas vocales de una rememorada Billie Holiday. Ahora esta nativa vaquera de Idaho, aplaudida y descubierta por no pocos buenos oyentes en la breve serie de actuaciones que ofreció en España, se confirma como una depurada vocalista de blues, una fina y juvenil intérprete de rock de burbujeantes guitarras que en la primera década del siglo XXI regresa feliz, honesta y segura de no resbalar con ninguna pirueta a los lejanos días de los cincuenta y sesenta del siglo pasado. Sea of tears (que para mí acaba de irrumpir en una etapa de frustrantes escucha) es un disco de otro tiempo en estos nuevos tiempos, un delicioso manjar del primer al último plato.

Nota: 9/10

SOUNDTRACK 92: DEXTER (1ª temporada)


El último episodio de la primera temporada de Dexter me decepcionó. Hasta este final de etapa la serie norteamericana de la cadena Showtime desataba una intriga equilibradamente repartida en cada capítulo, con su punto álgido en el penúltimo, faltaría más, pero la resolución dejó de convencerme cuando el asesino ya conocido unos episodios atrás dejó de ser tan inteligente como antes parecía y sus traumas explotaron en conflicto con los del propio Dexter. Me fallaron otros detalles en esta singular serie que empuja al espectador a brindarle simpatía a un asesino de repulsivas acciones pero buenas intenciones, como el atasco en el que se instala la relación del protagonista con su novia y los hijos de ésta. Pero pensando en Dexter me guardo las inquietantes noches que me ha hecho pasar con ese duelo obsesivo entre nuestro sanguinario e insano forense y el perspicaz asesino del hielo; o sus vacilantes personajes, ricos en definición hasta el punto de hacerse entrañables cuando peor caen, como la teniente Maria LaGuerta, intransigente y puñeteramente ciega con la impulsiva hermana de nuestro atípico héroe, o el sargento Doakes, el cojonero al que tanto molesta la simple presencia cercana de Dexter.

El encanto mayúsculo de esta serie lo desprende sin duda Michael C. Hall, grandioso actor aquí y en A dos metros bajo tierra. Un intérprete de turbador atractivo físico y desorientadora mirada; con los ojos de Dexter salta el espectador de una escena a la siguiente sin atreverse a pronunciarse, deleitado a un ser adorable primero o temeroso de un tipo atroz después. Cuesta imaginarse a otro actor dentro de esta piel. Hall será para siempre David Fisher, pero sobre todo, Dexter, con guantes de látex y unas gotas de sangre.

jueves, octubre 22, 2009

VOLUME ONE 199: CHRISTMAS IN THE HEART, LO PEOR DE BOB DYLAN

Miraré hacia otro lado y jamás me acordaré de esta colección de canciones navideñas de Bob Dylan. Guardaré el cariño y protegeré mi devoción porque consideraré este disparate absurdo como una piedra en un camino asfaltado sin bache alguno (los álbumes más flojos sobrepasan de largo a este último) o como un minúsculo desvío sin salida. Debe tener ganas de jugar el viejo Bob sin miedo al ridículo, reinventado ahora como un lúgubre vomitador de villancicos y populares melodías de la Navidad. Tiene a sus músicos de confianza al lado y añade tenues coros de ambos sexos para darle una brisa calurosa y entrañable a la verbena, pero salvo dos o tres temas que bien podrían haber sido descartados de los dos anteriores trabajos, Modern times (2006) y Together through life (2009), el contenido de este cancionero tradicional se viste como el discreto complemento musical a las peliculas norteamericanas familiares de los años cincuenta. Christmas in the heart es una frivolidad insignificante, la broma de un jocoso personaje capaz (o incapaz) de lo imposible. Hay voces terroríficas para cualquier Navidad… espero que Tom Waits no tenga una debilidad parecida.

Nota: 3/10

martes, octubre 20, 2009

LIVE IN 79 / VOLUME ONE 198: TODO INVENTADO / COSMIC EGG (WOLFMOTHER)


Será una notoria apatía, un notable escepticismo o un año salpicado de importantes decepciones lo que me está invadiendo últimamente en mis escuchas musicales, que me hace desconfiar de los lanzamientos recientes aunque vengan firmados por artistas de interés o aprecio (no hay más que ver algún post cercano). Pasan por mis oídos sin huellas entre sus paredes y enseguida los olvido. Dejan en mí la cada vez más frecuente sensación de que en esto del RNR todo está inventado (desde hace décadas quizá) y que nada de lo nuevo se abona al efecto de la sorpresa. El último ejemplo es Cosmic egg (2009), el esperado segundo álbum de los australianos Wolfmother, un disco que en absoluto hay que despreciar, aunque acaba digiriéndose de manera atragantada y agotadora.


El ahora cuarteto en el que sólo sobrevive su vocalista y guitarrista, Andrew Stockdale, hace gala de una habilidad instrumental aplastante y de una dignísima captación de referencias. Pero detrás o debajo de sus canciones que avanzan como locomotoras, de sus guitarras cabalgantes, de la contundencia de su base rítmica y de sus perdurables voces chillonas no se aprecia más que el óxido de sus fuentes. En Wolfmother (2005) hacían un brillante adelanto de lo que es Cosmic egg, más de lo mismo pringado de lo de siempre en su terreno: Black Sabbath, Led Zeppelin, Alice Cooper, Guns N Roses, Motorhead, Kyuss y hasta alguna psicodélica píldora beatleiana.

Nota: 6/10

martes, octubre 13, 2009

CUENTA ATRÁS

La primera semana me parecerá un mes. La segunda llegará a la mitad de un año. La tercera… Ya te echo de menos antes de despedirnos. Buen viaje. Bks.

lunes, octubre 12, 2009

VOLUME ONE 197: NOTHING GOLD CAN STAY (THE DUKE & THE KING)


No podían estas páginas pasar por alto este disco, cuyos parientes, los tres álbumes de The Felice Brothers, han tenido su correspondiente espacio. La familia se bifurca un rato después de tres trabajos continuados en menos de dos años. Simone Felice cambia de camino pero no de dirección para presentar Nothing gold can stay (Ramseur, 2009) en una nueva formación, un dúo en realidad, el que forma con un tal Robert ‘Chicken’ Burke. Una desgracia familiar (la muerte de una criatura) es el detonante de esta prometedora asociación y de este disco sencillo y delicado, insistente en su pureza y en su introvertida emoción.


Simone saca de sus raíces la música de los demás Felice, le quita la arena y el polvo y la reviste con velos finos y más limpios. Sin virguerías ni lujos diseña con guitarras tranquilas y percusiones templadas un disco agradable con bonitas canciones (If you ever get famous, Union Street, Lose my self, Water spider), pero olvidable, que deja un regusto incompleto, hambriento, o por su escasa duración o por su acusada modestia.

Nota: 6/10

GREATEST HITS 78: A SHOT IN THE ARM (WILCO)

Esta es una de las canciones que me gustaría mucho vivir en directo, en la que me encantaría dejarme arrastrar por su vendaval creciente de distorsión que en otros casos me asusta y aparta pero que aquí me mantiene en vilo ardiente. La interpretan Wilco en el auditorio Ryman de Tennessee, un templo en el que extienden su alfombra para amortiguar ese sonido de hechiceros que a lo largo de este año me viene poseyendo.


lunes, octubre 05, 2009

HUMILDAD

Nunca he presumido de lo que sé o de lo que tengo, simplemente me gusta compartir mis propiedades y conocimientos. Entiendo la modestia como una virtud que muchas veces te deja sin ambiciones pero que no te carcome la conciencia. Me encontré con dos amigos que hacía tiempo que no veía, con los que mantenía lazos más estrechos hace tiempo, pero con los que sigo disfrutando de las conversaciones cuando coincidimos. Uno me dijo agradecido que seguía los escritos de este blog y continuaba descubriendo cosas que le agradaban. El otro me dijo que poco después de que pensase en un disco o escuchase alguna música en concreto, se encontraba con una referencia a ello en este blog. Me gustó mucho esta conexión. Sí, de esto sí voy a presumir. Saludos, Huracán y Pepe Guns.

SOUNDTRACK 91: ALLEN, COMO SIEMPRE (SI LA COSA FUNCIONA)


Como siempre pero mejor que hace un año. Salí sonriente del cine, consiguió que el día acabase bien, sin el recuerdo de las amarguras que asoman en cualquier momento. Fiel a sus oraciones, acudí al encanto de la sesión golfa, la que mejor te permite darle vueltas a las historias que tocan de algún modo los hilos sensibles que te sostienen. Me encontré con el tipo de siempre, quién si no, de quien te encanta seguir sus reflexiones, el que contrasta la exageración con la discreción, la comedia con la tragedia, la incorrección con la rectitud, la juventud con la vejez, el amor con el odio… y me quedé con el mensaje: total, el mundo se acabará, así que mientras, disfruta dl momento si la cosa funciona.


Si la cosa funciona es una película deliciosa, un sencillo cuento que salpica la magistral filmografía de este genio retratista de la vida misma que es Woody Allen, un prestidigitador por cuyas manos fluyen con naturalidad las purezas e impurezas de las personas, un mago que convierte, en este caso, cualquier situación disparatada en una cotidiana experiencia y permite a sus actores hacer de su oficio una aventura tan simple como apasionante. Otro gran momento del año, algo por lo que merece la pena vivir (parafraseando a Isaac Davis).

sábado, octubre 03, 2009

GREATEST HITS 77: BETTER WAY / MORNING YEARNING (BEN HARPER)

Cuando me siento atascado en mis exploraciones musicales en busca de mercancía nueva siempre acudo a los mejores para despejarme. Y Ben Harper es muy bueno, realmente bueno, de los mejores. Un tipo fiable. Su disco de este año, White lies for dark times, lo he escuchado varias veces y en cada ocasión descubro detalles y secretos magníficos, precisión en la composición y brillantez en la interpretación de las canciones, cualidades que distinguen a los autores sobresalientes del resto de colegas. Su trabajo anterior, en formato doble, Both sides of the gun, se abría en cada cara con estos dos temas, ejemplos de la maestría autoral de Ben Harper.

Better way

Morning yearning