A Ramblin’ Jack no se le puede olvidar, aunque sea un tipo de otro tiempo, de ningún tiempo. Sobrevive en la humildad, agachado bajo su sombrero de cowboy y detrás de su guitarra, discreto y callado, alegre cuando sonríe, vivo cuando relata el blues de un camino, las tormentas de una era o las lágrimas de la tierra. Le ha cogido el gusto a volver al estudio y tres años después de su hermoso I stand alone se ha dejado aconsejar por Joe Henry y su bendita mano para rescatar del olvido viejos blues de la época de la depresión norteamericana e hincharlos con un nuevo cuerpo.
Esto es lo que guarda A stranger here (Anti, 2009), repertorio de baúl limado de astillas pero vestido con viejos trapos, añejo y encantador, un conjuro contra la depresión que producen los experimentos de nuestro tiempo. El trovador arrastra su voz cansada sobre piezas perennes, canciones de orfebrería detalladas con lujosa amabilidad por las artes de Greg Leisz, Jay Bellerose, Van Dyke Parks o David Hidalgo. Larga vida a Ramblin’ Jack. También.
Nota: 8/10
1 comentario:
Tu lo has dicho. Larga vida al viejo Ramblin´Jack.
Después del desnudo "I Stand Alone" llega este que es por lo menos igual de fantástico.
Saludos
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