martes, abril 07, 2009

VOLUME ONE 183: FORK IN THE ROAD (NEIL YOUNG)

Me lo temía. A Neil Young le ha salido un disco feo. Pero feo de verdad. No es el primero. ¿Malo?, ¿por qué no? Tampoco es el primero. Es feo como su portada, con el desenfoque de su autor cual hombre del saco en la entrada de casa. Fork in the road (Reprise, 2009) demuestra, como a mi parecer lo hacían Living with war o Chrome dreams II, que la inspiración musical de Neil Young se va apagando, que se estanca en un punto en el que cuando enchufa su guitarra el peso y el placer de las grandes obras del pasado (Rust never sleeps, Ragged Glory, Mirror ball) se añoran mucho más. Ahora tengo la sensación, al menos con este trabajo, de que Young, en su eterna independencia, se ha convertido en un funcionario con los intrumentos. Las intenciones no están a la altura. Este es un disco conceptual sobre un personaje que conduce un viejo coche trucado para funcionar con energía eléctrica y que evoca el placer de la conducción a través de las carreteras americanas. Una sensación que no consigue transmitir.

Fork in the road es sucio, garagero, pesado y fatigoso, aunque esta vez el músico se haya contenido con sólo un tema de más de cinco minutos y menos de seis. No hay maratones, pero el macizo rasgueo de esa guitarra maltratada carga los oídos de kilómetros de cansancio. La voz del viejo Neil, solapada por la cruda producción, ya no tiene ni fuerza y se deja acompañar demasiado por un coro que necesita darle cuerpo al débil aspecto vocal. Salvo Cough up the bucks y Light a candle, la rareza del disco, una isla acústica y bonita entre tanta marejada. No le voy a dar ni una escucha más hasta cuando me lo compre, a ver si cuando esté a 6 ó 7 euros.

Nota: 4/10

1 comentario:

The Incredible E.G.O´Riley dijo...

Tienes razón. El tio Neil esta vez no ha estado muy inspirado. Lo has descrito a la perfección.


Saludos.