Este muchachote tan apuesto, tan confiado, no tardaría en demostrar lo sobrado que iba de voz, talento y actitud para fulminar a cualquiera con la mirada y para mojar la ropa interior de sus seguidoras, con o sin la camisa puesta. No nos hemos cansado de ensalzar la vejez gloriosa de Tom Jones, un Sir descomunal, sazonada con formidables trabajos de versiones y temas propios interpretados ante un crepúsculo de plenitud. Pero volver a mucho tiempo atrás, a hace casi 60 años, nos anticipa a una potencial estrella, a un cantante que en su torrencial voz y entregada interpretación exhibió su mejores argumentos de seducción.
Después de darse a conocer en bandas galesas, sus primeros singles, como aquel What's new Pussycat? que aparecía en aquel film tan tonto, este Along came Jones de 1965 puede considerarse su primer álbum. Contiene el super hit It's no unusual que tanto ha inmortalizado a Mr. Jones, pero el resto de cuidadísimos temas, entre ellos preciosidades como The rose, If you need me, It's just a matter of time o Spanish Harlem con cantados con una temprana seguridad y sensibilidad que convertiría a Tom Jones, aquel chaval, en un gigante.
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