martes, marzo 26, 2024

VOLUME ONE 658: TIGERS BLOOD (WAXAHATCHEE)


"Uno de esos discos en los que todo suena tan bien..." Esta frase se ha dicho en alguna de mis conversaciones musicales de provecho, generalmente para ensalzar el buen oficio de la artesanía, aunque a veces la misma frase deja abierta una duda, un recelo hacia esa perfección técnica elogiada. Advierto estos matices al escuchar, y disfrutar, el último álbum de Waxahatchee. Yo no diría eso de que "suena todo tan bien...", que es cierto, me quedo con que suena simplemente bien.

Esta mujer, Katie Crutchfield (o su banda, que lleva el nombre del lugar en que se crió), se me atragantó en nuestros primeros encuentros. A partir de su disco anterior, Saint Cloud (2020), su música dio claridad a mi acercamiento, más estrecho en su proyecto Plains junto a Jess Williamson, y ahora más desahogado y acogedor en Tigers blood (Anti-, 2023), ejemplo de esas obras evolutivas que pueden provocar el rechazo en quienes alababan las piruetas iniciales y confirmar el aprecio de los que aplaudimos más (en general) la las líneas rectas o las curvas moderadas.

Katie canta como alguien de fiar, su banda es una capa protectora que da abrigo a piezas que alternan el arrojo con la templanza bajo la norma del medio tiempo equilibrado. 3 sisters, Bored, Right back to it o 365 reclaman más escuchas para celebrar su inmediatez. Waxahatchee es ahora más accesible, suena realmente bien.

Nota: 7,5/10 


No hay comentarios: