La primera vez fue en Santiago, cuando el siglo pasado se acercaba al abismo; la séptima también, casi un año antes de volvernos pandémicos. Y habrá una octava vez, en Oporto, en junio de este año. Debió de ser en la cuarta o quinta vez cuando me pregunté: ¿Será esta la última vez? No lo fue, llegaron más, llegarán más. Veré a este hombre con 82 años y pocos días, encerrado en un traje que le va grande con la vista escondida bajo el ala de un sombrero, rumiando hermosas canciones, apaciguando a su congregación, sin teléfonos móviles que guarden momentos mágicos, en su gira de nunca acabar.
jueves, marzo 16, 2023
¿LA ÚLTIMA VEZ?
La primera vez fue en Santiago, cuando el siglo pasado se acercaba al abismo; la séptima también, casi un año antes de volvernos pandémicos. Y habrá una octava vez, en Oporto, en junio de este año. Debió de ser en la cuarta o quinta vez cuando me pregunté: ¿Será esta la última vez? No lo fue, llegaron más, llegarán más. Veré a este hombre con 82 años y pocos días, encerrado en un traje que le va grande con la vista escondida bajo el ala de un sombrero, rumiando hermosas canciones, apaciguando a su congregación, sin teléfonos móviles que guarden momentos mágicos, en su gira de nunca acabar.
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