Volvemos a la sala Mardi Gras para celebrar el oficio y la magia de crear música. Por allí acaban de pasar los coruñeses Luis Moro y Sertucha: el segundo con el apoyo de su guitarra, el primero con el de su banda, la Tribeca's Band, que entre varias virtudes tiene la de dar nombre a este blog. Todos se unieron al final para cerrar un doble concierto excelente. Horas después, saboreando aún las exultantes sensaciones que me había dejado la noche, me agarré a estos pensamientos.
La banda. O La Banda. Eso es lo que importa. Su conexión, su sangre. Habrá mejores músicos en la ciudad, pero estos cuatro juntos (cinco al final del bolo) son los mejores, insuperables. Como Crazy Horse uno junto al otro. O los Stones, claro. Luis, Pepe, Andy y Julio (y Aritz), la Tribeca's Band (y Sertucha). Si algún día pasan por su ciudad o su pueblo, pasen a verlos, no se los pierdan. Porque la música es su aire y el rock and roll su religión. Y toca comulgar.
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