jueves, enero 17, 2019
BONUS TRACK 202: REACTOR (NEIL YOUNG & CRAZY HORSE)
La bipolaridad / multipolaridad de Neil Young le ha dado un reconocimiento como autor, emblema y referente musical al que no siempre le ha acompañado una valoración justa de sus trabajos más deficientes, al menos criticables. En los años ochenta está su bache más profundo, cuando cada disco parecía estar grabado con un humor distinto, como si a su responsable no le convenciese nada de lo que hacía y diera un giro radical a su registro en el álbum siguiente. Ahí están disparates como Trans y Landind on water o fruslerías como Everybody's rockin' y Old ways, trabajos erróneos a los que, admito, tengo cariño. Reactor (con un punto entre las sílabas), de 1981, no es de lo peor de esa década dispersa de Young, aunque sí es ejemplo de esa faceta sucia y tosca que empapa su música. Recuerdo que un conocido al que le faltaba este disco para completar la discografía del canadiense me había advertido de que Reactor era muy duro. Diría, tiempo después y tras una escucha recuperada, que el álbum respira una dureza más bien tibia pero propaga desvaríos zafios (T-Bone, Shots) entre un repertorio discreto con poco salvable (Southern Pacific, Rapid transit). Neil volvería a abrir otras grises etapas de caprichos años más tarde.
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