Una conexión intensa, muy cercana, con la que la música parece surgir por sí sola, solo con miradas y voces que se llaman y se entrelazan para volar hasta separarse, se desprende de este disco. Ocurre con los de Ollabelle, el grupo del que formó parte Amy Helm, también con su trabajo anterior, Didn't it rain (2015). En This too shall light (Yep Roc, 2018) es más fuerte la espontaneidad que envuelve la grabación del disco, los vínculos que atan la excelencia intrumental (Jay Bellerose, Jennifer Condos, Tyler Chester, Doyle Bramhall II) y las armonías vocales (Allison Russell, JT Nero, Adam Minkoff y el vigor emocionante de Amy). La experiencia es por momentos mística, en una clave góspel que hace crecer y enriquecer las canciones.
Vale, Amy escogió al músico y autor ideal para que produjese su segundo álbum, a Joe Henry. Diez versiones (con lejano tema de su padre Levon en el tránsito de The Hawks a The Band) que le pidió que no ensayara antes de grabar, que dejase que fluyeran por entre los dedos, las voces y las almas de los músicos de la sala, todos juntos en los United Recording de Hollywood, muy lejos de los bosques de Woodstock que inspiran a Amy. El resultado, con una cara A perfecta que corona una conmovedora cover de Mandolin wind, es música hermosa y reconciliadora.
Nota: 8,5/10
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