lunes, noviembre 23, 2015

VOLUME TWO 75: HEAVEN ADORES ELLIOTT SMITH


Me interesan los documentales de músicos que más bien me interesan poco. He visto unos cuantos. Siempre puedo encontrar en ellos aspectos que me ayuden a comprender la virtud y el talento que yo no aprecio. Después concedo otra oportunidad a ese músico. Elliott Smith es el personaje documentado en Heaven adores you (2014), film de Nickolas Dylan Rossi que se adentra en la vida y la obra del cantante y compositor, en su entorno, en su frágil personalidad y en su prematura muerte en 2003 a los 34 años, cuya causa (¿suicidio?, ¿homicidio?) está sin resolverse y sigue entre sombras.

No. Smith sigue sin gustarme. Me distancia esa finura quebradiza de su voz y sus canciones, su aire deprimente, como de una vida gris que se apaga. No hallo los destellos de genialidad que en su día le atribuyó una prensa entusiasmada a mediados de los noventa, en medio de otras corrientes americanas más enérgicas de versos nihilistas. El documental complementa bien la propia delicadeza de la música de Elliott Smith, está realizado con atención y parsimonia, descubre al músico tímido que gritó rock alternativo antes de bajar el volumen y comenzar a susurrar canciones de cantautor indie, insiste en tomas urbanas de supuestos lugares que sirvieron de inspiración en la ciudad que lo adoró, Portland, y navega por el complejo cerebro y los titubeantes pasos que lo acabarían por atormentar.
Cantautores como Smith, parco en sonidos y palabras, aparecieron muchos después (alguno de final apresurado también, como Jeff Hanson). Parece ser que él dejó huella y que el muro donde se fotografió para la portada del álbum Figure 8 es objeto de visitas compungidas y velas encendidas. Sigo sin tener compasión y su música, vuelta a ser escuchada, me aburre desesperadamente.

1 comentario:

J Aybar dijo...

Pues yo disfruto enormemente con Either/Or y XO. Incluso Basement Tapes. Es un tipo de momentos y si, puede arruinarte el dia, pero tambien hacerlo mas bonito. Le conoci como casi todos en la banda sonora de la peli de Gus Van Sant y desde entonces le segui ... lo que duro. No es un Jeff Buckley ni en lo musical ni en lo mitico, pero le tengo cariño.