lunes, diciembre 02, 2013

SOUNDTRACK 137: THE GAME



Como en la primera vez, en la segunda y en la tercera, ahora mi cuarto viaje por The Game (David Fincher, 1997) ha resultado fascinante. Me deslumbran su capacidad de tragarse al espectador, sus piruetas argumentales y su impecable y exquisita factura. Y eso me encanta compartirlo, hacer partícipes a otras personas de las virtudes (sobre)naturales y trascendentes que a veces tiene el cine.
Hay películas que conservan su poder de atracción intacto, resistente al cambio de tendencias, al cambio en la forma de hacer y de ver cine. Lo distingo en no pocas de las obras de David Fincher cuando regreso a ellas para recrearme en la forma y el fondo de sus historias, en sus trazados o laberintos. Pasa con Seven, El club de la lucha, Zodiac y con The Game.

Los juegos que el cine propone requieren nuestra implicación. La idea sola no basta, la ayudan el entorno, el clima, el montaje, la música (acertadísimo el elegante tono siniestro que imprime el score de Howard Shore), los actores (soberbio está Michael Douglas)… y creerse que lo que estás viendo y sintiendo puede ser algo más que un juego. Al nihilismo atroz de Seven le siguió el masoquismo redentor de The Game, una broma macabra con ropajes de thriller, un descenso al infierno de la propia personalidad. Una magistral travesura cinematográfica.

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