La cuarta
vez ya no sientes exactamente lo mismo que la primera. Además, estás otra vez
lejos, no como cuando casi rozabas la barba de Eddie la primera de las veces, aunque
por suerte las pantallas son grandes y, salvo algún desliz, recogen bien lo que
sucede en el escenario. Allí están. De vuelta (¿en realidad se marcharon?) con sus
veinte años a cuestas. Seguimos gritando entre la multitud.
¿Con cuál
van a empezar?, te preguntas otra vez. Arrancan el motor despacio, con Unthought
known, que no te esperabas, y cogen velocidad con Last exit y Hail hail hasta
The fixer. Eddie se enciende, la banda se espabila, se emociona con Better man,
lleva el concierto al éxtasis. Otra vez Pearl Jam, saltando y haciéndote volar todavía
cuando alargan Porch o Even flow y se preparan para la despedida con Alive. Gracias
por estar ahí.
Llueve, tienes
que esperar a coger el autobús, no paras de caminar, te indican mal el camino
los muy palurdos de esta isla y estás cubierto de barro hasta los huevos
(bueno, no tanto). “La mierda más grande…” gritamos. No importa. Hemos vuelto a
estar con Pearl Jam y hoy llegamos antes a casa.
1 comentario:
Ya les vale a estos dos que se reservaron esto justo para el día sigiuente...
http://www.youtube.com/watch?v=aCa0Tra8Fm8&feature=related
Kimiko
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