En ocasiones una película pequeña, de apariencia tierna, inofensiva o incluso insignificante guarda cientos de virtudes grandes, interrogantes respondidos y disimuladas pero profundas reflexiones. Como Young adult.
La madurez… bueno, a saber qué será. ¿Dejar de comportarte como un crío? ¿Asumir que todo cambia? ¿Mirar de frente? ¿Caminar en línea recta? ¿Saber quién eres? ¿Saber qué quieres?
Charlize… con el ceño fruncido, arrastrada y distante, bebida y estúpida, sobria e hija de perra o perdida en medio de ningún momento es una irresistible perversión… y cuando se levanta y se ilumina, camina erguida y se embellece todavía más o sonríe porque descubre sus debilidades es el ángel de nuestras tentaciones.
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