La publicidad es idílica. Aunque se inspire en la realidad. Tiene el derecho a jugar con ella, a desfigurarla y añadirle virtudes que no tiene. Porque nunca sabes cuándo, reza el slogan de este bonito anuncio, ganador del León de Oro en Cannes en 2004. La publicidad regala grandes trabajos. A veces pasa. ¿O no?
domingo, noviembre 28, 2010
A VECES PASA
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