miércoles, mayo 27, 2009

LIVE IN 74: FRIVOLIDADES… ¿DISPARATES?

Las figuras más notables de la música popular, pasajeros del tren del rock and roll y del pop, han experimentado algún que otro salto sin red por los géneros en ocasiones de manera más que sorprendente. No les ha importado arriesgarse hasta el extremismo ni les ha preocupado generar el rechazo de la crítica o incluso de buena parte de sus fans más incondicionales. Con una sólida carrera a sus espaldas se han permitido la frivolidad de pisar terrenos donde nunca antes habían estado para demostrar que están capacitados para ir más allá de sus propios moldes, asombrar a su público más cercano o aproximar al que se le resiste y atreverse a desequilibrar coherente o incoherentemente el rumbo de sus carreras. David Bowie, Elvis Costello, Neil Young, Lou Reed, Pete Townshend, Robert Plant o Rod Stewart han sido algunos en ponerse extrañas máscaras. El más reciente en cambiar de registro ha sido Iggy Pop. (Lo que ha hecho un bastardo como Chris Cornell con su última propuesta, un insultante disparate llamado Scream, no tiene nombre ni perdón).

Mis oídos y otros sentidos se tropiezan o se mantienen firmes ante ciertos desvíos como los de David Bowie (Low sí, Earthling no), Neil Young (Everybody’ rockin’ sí, Trans no) o Rod Stewart (Body wishes sí, sus entregas del cancionero standard americano no). Otras patochadas de Costello y Reed provocan un rechazo atroz. Por no hablar de la pueril costumbre de dedicarse a cantar villancicos navideños adaptados más o menos a un estilo propio pasados por el filtro de la pulcritud. Y Preliminaires, lo último de Iggy (y verdadera razón de esta rápida reflexión), supone un decepcionante desconcierto.

A uno de los reyes del punk rock le apetece ahora disfrazarse de crooner, arrimar su música al jazz y a la canción francesa, adaptar algún clásico además, aparte de recurrir a la reinterpretación de temas de bossa nova, darle incluso algún aire de pop nocturno sofisticado. Admite que se ha inspirado en la obra del escritor francés Michel Houllebecq y se ha guardado en el baúl todo su repertorio de muecas y contorneos, gritos y retortijones. Preliminaires es un disco tan insulso como inapropiado, una rareza en el fondo insignificante. No hay quien se lo crea. Me parece que no se cree ni Iggy mismo.

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