Cuando canta Patterson Hood se encogen las canciones, estremecidas por su voz rasgada y sus letras nostálgicas (That man I shot, The righteous path o los sutiles temas de apertura y cierre son antológicos). Si es Mike Cooley el que habla se retuerce el acento sureño y el clima se contagia de los Stones tragando cervezas o jugando al billar, aunque si alguna de sus piezas hubiera quedado en el archivo nadie la habría echado en falta. Al chulito Jason, que se ha esfumado y ahora publica en solitario, lo reemplaza la bajista Shona con un par de bonitas melodías también al micro. La steel de John Neff lloriquea que es una pasada. The dirty south (2004) sigue siendo un listón que intima con las nubes. Brighter than creation’s dark, más reposado pero largo (¿por qué no lo dejasteis en trece o catorce temas?) flota en el aire como una ensoñación.
Nota: alta.
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