jueves, marzo 09, 2006

LIVE IN 10: MIS BATERÍAS PREFERIDOS

Tendría que ser actor de cine o teatro para entender la complejidad de su trabajo, de la misma manera que sólo sabiendo tocar un instrumento musical podría valorar mucho mejor a quienes sobresalen por encima de los demás. Quienes no sabemos tocar la guitarra no comprendemos parte de su dificultad y su atracción, pero llevamos años y años escuchando guitarras y coincidimos con los expertos en un alto porcentaje cuando seleccionamos a los que llaman (llamamos) "mejores guitarristas del mundo". Tampoco sé tocar la batería, pero tengo mis preferencias y predilectos y antes disfruto con una batería elemental que con un caos abundante de cajas y platos. De ello he hablado con Pepe varias veces, él que es hábil con las baquetas entiende más que yo del asunto y no le voy a discutir, es más, prefiero compartir horas de charla constructiva y pasional.

Si tuviera que quedarme con cinco candidatos a los Oscars de la batería de rock, esta sería mi humilde lista (y no os fiéis, el año que viene podría ser otra distinta):

Stewart Copeland:
Madurado en Police tras salir de Curved Air y consolidado desde hace bastantes años como compositor de bandas sonoras para el cine, el más alto de los rubios compañeros de Sting exhibe una destreza jazzística en constantes tramos de sus canciones ‘policiales’. Su dominio siseante de los platos lo conjuga velozmente con el golpeo de las cajas al modo de los jazz drummers más eléctricos y llena los temas de una fuerza prodigiosa que parece que del grupo sale música de más tres componentes.

Chad Smith:
Apreciarlo es una exquisitez y disfrutarlo una recompensa, sobre todo porque con la combinación de técnicas y trucos precisos en el momento justo infla las canciones y las eleva de intensidad cuando no lo consiguen en vivo sus compañeros de banda, los Red Hot Chili Peppers. Alzado en el escenario, con las piezas básicas de una batería y bajo una gorra o sombrero, el simpático y sonriente Chad agita aún más la base rítmica de los Peppers sin estridencias ni excesos, con el toque perfecto y sin que te des cuenta.

Ian Paice:
¿Zeppelin o Purple?, ¿Bonham o Paice? Es uno de tantos debates. Me quedo con Zeppelin, pero prefiero a Paice, con sus gafas redondas y los rizos largos en la silla del fondo en Deep Purple. Bonham maltrata las cajas y extrae de ellas el sonido de los puñetazos y el de los cachetes de los platillos; Paice muestra los mismos alardes, pero con más sutilidad, veloz como eran los Purple pero capaz de hacer fácil lo más difícil (en vivo lo comprobé para mi deleite). Algunas viejas canciones de la banda suenan como si se hubieran creado hace un par de años nada más. La culpa es del ritmo con que las guía Ian Paice.

Larry Mullen, Jr.:
Sí, el de U2, el batería que parece que lleva años sin moverse. Su carácter reservado le mantiene así entre el circo de luz, ruido, color y dinero conducido por Bono. Larry hijo permanece casi impasible aunque con los brazos alerta, alimentando cada canción con detalles sencillos pocas veces perceptibles. Sus golpes de caja parecen monótonos, repetitivos, pero es su asociación de éstos con los platos y la llegada de los redobles lo que hace resaltar casi siempre la intensidad duradera de las mejores canciones de U2. Recordad si no, The fly, Until the end of the world o Bullet the blue sky.

Jim Keltner:
Esta es mi más cariñosa debilidad, pero es que sería injusto no incluir en el grupo de los selectos a un tipo que en casi cuarenta años ha tocado en estudio y en directo con George Harrison, John Lennon, Bob Dylan, Neil Young, BB King, John Lee Hooker, Barbra Streisand, Randy Newman, Lucinda Williams, Fiona Apple, Mick Jagger, Charlie Watts, Warren Zevon, Indigo Girls, Chris Isaak, Willie Nelson, Neil Diamond, Ry Cooder y un largo, muy largo etcétera. Escondido tras sus gafas de sol y con muñequeras en cada brazo, Keltner es el músico ideal de grabación que aporta serenidad a la construcción rítmica de cada uno de sus jefes. Su técnica es la de un paciente compañero de viaje, un sabio discreto y venerado. Sin ruido, con mimo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

y el GRAN KEITH MOON ¿Donde está??????????

rubén darío dijo...

Demasiado caos, demasiados platos. Tranquilo, una de estas semanas me acordaré de los mejores bajistas, ;)

Anónimo dijo...

Bien Rubén bien, aplaudo tu elección. Siempre es muy complicado elaborar una lista ya sea de tus baterías preferidos (tema que nos ocupa aquí y ahora), mejores discos, guitarristas y otras tantas e infinitas combinaciones que nos regala el maravilloso mundo de la música.¡¡¡Que grande es la música!!! Por supuesto que todo esto también se puede aplicar al cine, al fútbol, …pero bueno no nos despistemos con “regates” imposibles que sino alguien volara sobre el nido del cuco y no nos daremos cuenta.

Totalmente de acuerdo en lo “volátil” de estas listas, normalmente se conservan unos pilares básicos sobre los que se apoyan y crecen el resto de elementos que las elaboran, estos varían dependiendo del estado de ánimo del momento, de lo “adicto” que estés a un disco (si, si adicto; hay discos que enganchan…), o cualquier otra circunstancia eventual que hace de cada lista un nuevo reto.

A tu lista no se le puede poner ningún “pero” porque es TU lista, se puede compartir tu opinión o no, pero es realmente respetable. Yo comparto gustos contigo aunque la mía no tendría alguno de los “baqueteadores” que has seleccionado. Me quedaría por supuesto con Chad Smith, un tipo sencillo y amable que he tenido la suerte de ver, si la memoria no me falla, 6 veces en directo e incluso conocerlo personalmente e intercambiar unas palabras con el que para mi ahora mismo es el nº 1 tras los timbales. La versatilidad que demuestra tener en sus articulaciones esta al alcance de muy pocos, aunque si tengo que destacar algo es ese “groove” natural que tiene Chad que hace que los temas “caminen” creando unas bases sobre las que Flea, John y Anthony puedan reposar sus melodías o percutir sus ritmos más funkies. Chad tiene el record guinness de haber tocado con el kit de batería más grande hasta la fecha, aunque no es más que una anécdota, ya que no se caracteriza por llevar grandes kits de batería, más bien con el paso del tiempo ha ido reduciendo platos y timbales de su kit pero sin llegar a perder un ápice de calidad. Muchas veces: menos es más.

Otro ilustre de tu lista para mi es el Stewart Copeland que siguiendo su trayectoria en bandas como Klark Kent demuestra quien era el “comisario” en esa policía que nos escolto desde finales de los 70 a principios de los 80. De este caballero me quedo con su golpe de caja, el cual me parece sublime. Sin olvidarnos de esos juegos de platos imposibles combinados con agresivos pero elegantes redobles de timbales. Siempre ha sido un batería muy enérgico y contundente sin llegar a pecar de aporrear la batería, incluso cuando la crisis interna del grupo era insostenible y Sr. Copeland adornaba sus parches con palabras como “Fuck You” en homenaje a ese “aguijón” que se escondía tras esas cuatro cuerdas y cantaba eso de “So lonely”.

Por último y no por ello menos bueno haremos un hueco a Larry Mullen Jr. que quizás, con permiso de Dennis Bergkamp, podríamos llamarle: “Iceman”, el hombre en la sombra de la banda U2 (unos chavales irlandeses que están empezando…) Parece que por Larry no han pasado los años, sigue conservando la misma cara y peinado (The Edge y Bono no pueden decir lo mismo) que cuando era un “boy” que declaraba la “war” en “october”. Siempre ha sido un tipo serio y al margen de las “panfletadas” políticas que tanto le gustan a Bono, el nunca ha sido partidario de poses políticas y parafernalias varias. Larry parece que nos demuestra el movimiento andando y nos habla de política con su batería. Escuchemos Sunday bloody Sunday, en esa batería esta todo lo que hay que decir: ese comienzo a modo de marcha militar, esos golpes aleatorios durante la estrofa creando una tensión interior esperando el siguiente golpe que no sabes por donde va a venir y por supuesto esos redobles que caen en el estribillo y en partes estratégicas de la pieza, esos redobles que son el llanto y el grito de rabia, de impotencia, de dolor, … NO MORE,…NO MORE. Para mi Larry es uno de los baterías más elegantes que podemos disfrutar hoy en día por su manera de tocar y por ese manejo exquisito del “charles”, aunque en esto también incluiría a Chad Smith, con el que nos hace tocar esa batería imaginaria cada vez que escuchamos un tema de los irlandeses.

De los otros dos afortunados Ian Paice y Jim keltner no me voy a explayar en explicaciones ya que no hay mas que ver su currículum y aparte son casi las 4 de la mañana y Morfeo quiere mantener una charla larga y tendida con mi persona. Quien sabe quizás hablemos de sus baterías favoritos o de los mios pero hoy era el turno de los favoritos de Rubén y ahí quedan colgados en la red para la posteridad. Buenas Noches “Mr Tambourine Man”.

rubén darío dijo...

Qué fenómenas palabras, divino codino!!! No hay nada como el factor de la experiencia para apreciar mejor tus aficiones. Me han provocado más de una risa sus comentarios sobre Copeland y compañía y sobre la banda de Larry. Pareces un crítico de revista especializada (a ver si le vas a coger gusto), pero ya veo que con la escritura no pierdes para nada el humor de la palabras. Sigamos navegando, pronto vendrán unos cuantos bajistas y guitarristas selectos.

Anónimo dijo...

jaja bueno esos son tus favoritos pero el mio es ALEX VAN HALEN..simple ys encillamente el mejor bye =)