

Algo tendrá de especial y diferente Franz Ferdinand que pone tan de acuerdo a tantas voces. Yo no lo encuentro por ninguna parte.
Aunque llegó a mis oídos pronto la pegadiza melodía de su primer sencillo, Take me out, tardé en escuchar su primer trabajo. No me convencía esa imagen tan fashion que el grupo vendía o que de él vendían para convertirlo en algo cool, tan inmediatamente próximo y popular. En cuanto tuve el disco le presté la atención suficiente que precisa la virtud de no caer enseguida en prejuicios perezosos. Por ejemplo, no me esperaba nada positivo de Keane y me agrada bastante. No fue el caso de los escoceses Franz Ferdinand.

El baile de etiquetas que se utilizó para clasificar el sonido de la banda no me pareció buena señal. Se combinaban los términos pop, art, punk, hard, rock, soft... para orientar al seguidor o al interesado y con todo eso el grupo crea quizá un producto machacón y cansino, indefinido y redundante, canciones que agitan sobre bases sucias pero ‘limpiadas’. Entiendo el éxito que ha logrado, sobre todo por su facilidad para hacer recordables unos cuantos estribillos, pero su aparente radicalidad me parece tan pobre y cargante como la que también ofrecen unos más insoportables White Stripes o The Hives.
Sí, supongo que le daré una oportunidad al segundo y también aplaudido disco, nada modesto en su título, You could have it so much better with... (Podrías tenerlo mucho mejor con Franz Ferdinand). No sé, no creo.
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