Después de Stone Roses y antes de Oasis estaban, por ejemplo, The Charlatans. Y muchos más, claro. En el llamado grupo de segundones hay no pocos miembros que tendrían pleno derecho a formar parte del bloque de jefes de fila, a ser actores principales. Ahí estarían, de nuevo, The Charlatans. Por diversas causas (el éxito excesivo de otros, el momento mismo en el que se dieron a conocer, los favoritismos de la prensa, la campaña de imagen, la poca pericia para atraer al público) hay bandas que se citan detrás y se olvidan pronto. Solo rescatándolas de ese olvido cruel se advierten esas cualidades que despertaron pasiones más reservadas y merecían atenciones más gloriosos. Y eso pasa con los Charlatans. Se puede probar con este disco, Up to our hips (1994).
Es el tercero del grupo. Los Stone Roses estaban casi desechos tras miles de broncas y los Gallagher empezaban a armarlas gordas, publicidad mediante. En medio, The Charlatans con este álbum a mitad del camino entre unos y otros. Tim Burguess canta con sigilo y misterio, envuelto en sábanas psicodélicas y ritmos funk que hacen excitante su enfoque rockero. Hace mucho tiempo que no escucho bandas británicas que suenen como aquellas que hace casi treinta años orbitaban alrededor de Manchester.
2 comentarios:
Idiota!
Seguramente Charlatans quedaron ensombrecidos ante la miriada Manchesteriana liderada por los misteriosos Stone Roses o los fiesteros Happy Mondays. Tanto ellos como seguramente los Inspiral Carpets, merecieron mas. Buen disco el reseñado ...
Publicar un comentario