"Mi Steinway, mis discos, mis arreglos, mi estudio... todo se ha perdido. Tengo ocho pies de agua en mi casa cerca de Bayou St. John (...) Pero el espíritu no se ha hundido, todavía tengo mi música. Dadme un martillo, estoy listo para hacer mi parte". (Allen Toussaint)
Es bueno recordar y ensalzar estos gestos cuando hace falta unión y arrimar el hombro para superar el hundimiento. El agua desbordada no acabó con la música en la ciudad de la música. Entre septiembre y octubre de 2005 una veintena de músicos de New Orleans grabaron un disco benéfico como homenaje a su ciudad y sus gentes, castigadas desde agosto por el mar furioso del golfo que rompió los diques y ahogó las calles. Miles de personas perdieron sus casas y propiedades por el huracán Katrina, a muchos vecinos se los tragó el agua. Aquel disco, Our New Orleans, se acaba de reeditar en vinilo con cinco temas más.
Escuchar alguna de aquellas canciones continúa provocando emociones poderosas. Hay temas que, entre la nostalgia y la aflicción, consiguen transmitir el dolor de la población y el encanto lastimado de la ciudad, con los desfiles de sus calles y la música por respiración. Es un álbum magnífico y conmovedor en el que participaron productores como Hal Willner, Ry Cooder y Joe Henry y músicos como Allen Toussaint, Dr. John, Randy Newman, Irma Thomas, Eddie Bo o Dirty Dozen Brass Band. Nada tiene desperdicio, y entre todo su valioso contenido sobresale la inmensa contribución de Buckwheat Zydeco y el tema Cryin' in the streets.
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